Casi dos semanas después de publicado nuestro artículo sobre el incremento de la criminalidad en la ciudad de Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo, comprendiendo la gravedad de la situación, tomó la imperiosa necesidad de hacer una declaratoria de estado de emergencia por esa situación.
En nuestra entrega del domingo 27 de junio divulgamos la triste realidad que se vive en la Gran Manzana con respecto a la criminalidad que se manifiesta en los cinco condados más poblados, y con la mayor diversidad de grupos étnicos, como son Manhattan, Bronx, Queens, Brooklyn y Staten Island.
La criminalidad, como un mal social que se desarrolla por falta de mejores oportunidades de empleos y viviendas asequibles en los sectores de mayor pobreza, se fue incrementando en la misma medida en que la pandemia del COVID-19 hacía estragos en la población, matando a miles de los residentes, sumergiendo al estado de Nueva York en la más grave crisis económica registrada.
El más reciente reporte del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), indica que, para el mes de junio 2021, el índice general de delitos aumento en la ciudad en un 22% en comparación con el 2020. El robo 46.7% con una reducción de 21.8% al mismo período, agresión grave 20.5%, asesinatos 37 igualando el pasado año.
Ante esta realidad, de no poder controlar el auge de los constantes actos criminales que se suceden a diario desde hace casi un año, el pasado martes 6 de julio el gobernador Cuomo sorprendió a la prensa local e internacional, y anunció la declaración del estado de emergencia por violencia con armas de fuego.
El gobernador firmó el decreto en ese sentido, como una salida administrativa con base legal fuerte, para tratar de frenar los actos sangrientos que tienen aterrorizados a los neoyorkinos.
Aunque parece más demagogia que realidad, Cuomo estudia la posibilidad de firmar una legislación que permita demandas civiles contra los fabricantes, distribuidores y vendedores de armas cuando las comercialicen de manera ilegal o irrazonable.
¿Acaso existe alguna compañía legalmente establecida que esté actuando en contra de la ley, comercializando de forma ilegal armas de fuego que faciliten la criminalidad callejera?
El 74% de las armas de fuego incautadas a los delincuentes por parte de la policía y los organismos federales neoyorkinos son adquiridas en el mercado negro, provenientes de traficantes de armas internacionales, en combinación con socios locales y que operan clandestinamente.
Cuomo aprovechó el escenario informativo para atacar una “laguna jurídica federal”, supuestamente respaldada por el expresidente Donald Trump, que alegadamente permitía a que personas con orden de arresto activo pudieran comprar armas de fuego.
El estado de emergencia declarado en NY tiene sus razones muy valederas, y es que solo en la Gran Manzana, durante el pasado mes de junio, se reportaron más de 200 tiroteos, tres veces más que en igual período del año 2020.
Asimismo, los tiroteos aumentaron un 38% en la ciudad de Nueva York en los primeros seis meses de este año, en comparación al 2020, según el propio gobernador.
En cuanto al número de arrestos por armas de fuego, estos aumentaron casi un 100% comparado al año pasado, reveló en su informe.
Es preciso destacar que el deterioro de la economía se debe en gran parte a la paralización de la ciudad por culpa del COVID-19, y que apenas se levanta luego de eliminar las restricciones que se impusieron para evitar el contagio, tras superar el 70 por ciento de la población vacunada.
Otras de las causas que hizo recrudecer el aumento del crimen en los cinco condados de Nueva York fueron las medidas oficiales de recortes del presupuesto al Departamento de Policía.
Igualmente, la disposición de poner en libertad a miles de delincuentes, para evitar el contagio del Covid en las cárceles del estado.
Son esos los factores que verdaderamente han hecho que el auge de la criminalidad en NY les tumbe el pulso a las autoridades y se vean obligadas a declarar el estado de emergencia.
Con respecto al Alto Manhattan, zona de mayor influencia de residentes dominicanos, la policía tiene en sus archivos haber respondido a 1,531 incidentes con armas de fuego durante el 2020; 754 más que en el 2019. Varios dominicanos perdieron la vida por esta causa.
Para contrarrestar la criminalidad con armas de fuego, las autoridades contemplan ejecutar un plan que compone siete áreas específicas, tales como la de tratar la violencia armada como una emergencia de salud pública, centrarse en los focos de violencia con armas de fuego, y mantener un compromiso positivo con los jóvenes en situación de riesgo.
Además, romper el ciclo de escalada de la violencia, sacar las armas ilegales de las calles, mantener las armas fuera de las manos de personas peligrosas, y reconstruir la relación entre la policía y la comunidad.
Sin embargo y a nuestra consideración, la medida más efectiva a implementar para combatir la criminalidad es el anuncio de que la ciudad de Nueva York invertirá US$138.7 millones en la creación de programas de intervención, prevención y empleos destinados a los jóvenes en riesgo, con el objetivo de sacarlos de las calles.
