El legendario Jack Veneno cayó vencido en su último combate vs. La Muerte, marcado a tres caídas sin límite de tiempo, en la que se impuso fácilmente en la primera y mostró sus condiciones de buen gladiador que le mereció la jefatura de la cuadra de los luchadores técnicos.
Rafael Sánchez, el hijo de doña Tatica, el campeón de los pesos pesados de la Bolita del Mundo, el que derribó al endiablado Masánbula, el que venció a los temidos Vampiro Cao, Los hermanos Broncos, El Taira, Puño de Hierro y otros, batalló hasta el último aliento frente a La Muerte, invicta desde tiempos inmemoriales.
Con el cayó el ultimo símbolo Dominicana de Espectáculos, la empresa que por varias décadas montó los carteles de lucha libre en la capital y otros lugares del país con pancracitas que violaban la Ley de la Gravedad, saltando por el aire, aplicaban patadas voladoras, piquetes a los ojos con limón, arriesgando mascaras contra cabellera.
Cuando la voz de Silvio Paulino, el narrador oficial de la lucha libre, anunciaba la salida al cuadrilátero de ¡Jaaaaaaaack Veneno…!, entonces se escuchaba un coro de voces que retumbaba al son: “¡El pueblo quiere lucha que luche Jack Veneno…!”
Jack Veneno, fue un héroe seguido por una entusiasta muchedumbre que arropaba todo el país de un deporte como la lucha libre, entonces seguidos por pobres y ricos, damas, caballeros y niños, todos, políticos de izquierda y derecha. Era el deporte, según Silvio Paulino, preferido por las damas y que conquistó las grandes capitales del mundo.
Sobreviviente de cáncer, con 77 años a cuesta, con las cicatrices en la frente de los cientos de golpes sucios propinados por sus adversarios en el cuadrilátero luchó con La Muerte en la clínica Cruz Jiminián y luego en el Instituto Nacional del Cáncer.
Con pocas fuerzas, ya sus patadas voladoras no eran efectivas al igual que sus saltos por el aire para aplicar un tope lanzado de cabeza desde la cuarta cuerda de una de las esquinas del cuadrilátero, al igual que su temible llave Polémica, que desataba un torbellino de fuerzas contra sus adversarios que a aplicarla lo vencía.
Hoy a la cuenta de tres del árbitro, de espalda a la lona Rafaelito Sánchez, el hijo de doña Tatica, mejor conocido como Jack Veneno, perdió su última batalla frente a La Muerte que se impuso en un combate sin límite de tiempo.
