SANTO DOMINGO. La artista Rosalba Hernández reiteró que en las elecciones del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos del 29 de mayo pasado se cometieron irregularidades que afectaran su candidatura.
“Desde el principio, hubo anomalías que se dejan ver en el tiempo, la supuesta asamblea preseleccionaría que debería hacerse en el mes de noviembre, se hizo seis meses después en el mes de abril, a puertas cerradas, bajo el pretexto de la pandemia”, dice.
La artista emite su consideración en una nota de prensa enviada a reporteextra.com que publicamos a continuación:
Cuando de forma aparente no se demuestra ninguna actitud de remordimiento antes los actos inmorales cometidos, es obvio que tenemos un grave problema de conciencia colectiva; dañar y perpetrar derechos se ha convertido en una costumbre, en la que están sumados muchos.
Decir la realidad pudiera considerarse un delito en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP), no muy distante han quedado las experiencias nefastas sobre lo que debe de ser, según lo establecido en los estatutos, de una institución moribunda.
Nos sometimos a un llamado institucional bajo la óptica opaca de quienes dirigen, a sabiendas de no esperar nada correcto, nada legal podría salir de la ilegalidad.
El ocultismo, el amiguismo, el compañerismo generacional, y los colectivos de proyectos artísticos arrasan, negocian los votos, definen quién o quienes dirigirán esta institución.
Desde el principio, hubo anomalías que se dejan ver en el tiempo, la supuesta asamblea preseleccionaría que debería hacerse en el mes de noviembre, se hizo seis meses después en el mes de abril, a puertas cerradas, bajo el pretexto de la pandemia.
No estuvo el quórum requerido y desde la propia directiva (destituida por caducidad en el mes de febrero 2019/2021), surgió no solo la Comisión electoral, sino también los candidatos a presentar planchas.
La comisión electoral aberrada de faltas a lo establecido en los estatutos comenzó su faena, e hicieron un calendario para el llamado de las elecciones.
Convenientemente para ellos, fue ver que parte de la comisión electoral estaba integrada por personas de la directiva, o que José Sejo el candidato de la plancha número 4 era también la persona que cobraba el dinero de la supuesta activación, que no es otra cosa más que tomarles el dinero a los artistas y luego hacer con ellos lo que les venga en gana, los ex directivos del CODAP repelen las auditorias como almas endemoniadas.
Mientras el señor Juan Rodríguez Voigt, (secretario de la comisión electoral) ejercía con vigor de mandatario, presumiendo ser un dictador, dictaba órdenes a los allí presentes en cada reunión.
La artista Milán Suero presidenta solo de nombre, ya que sus funciones a cada ocasión se vieron suplantadas por el secretario, e igual de la señora Briggite Rúa, a la cual mandaba a callar a cada instante, irónico es verla, la fiel artista hoy siendo la defensora de lo indefendible. Acordamos ir a unas elecciones finales el día 29 de mayo, las cuatro planchas de forma independiente, acuerdo este que viola lo establecido en los estatutos, pero que dadas las circunstancias sanitarias y económicas eran aparentemente una salida correcta.
Muy distantes de la honestidad quedó este acuerdo, porque mientras la plancha número 1 luchaba por el cumplimiento de lo establecido, el señor Juan Voigt, instaba a las demás planchas para que se unieran, o que realizaran una alianza soterrada, como así se demostró al final. ¿imparcialidad? Muy lejos quedamos de la definición de esa palabra, sin valor para algunos.
La comisión electoral nunca tomo posesión ejecutiva de la institución, como está establecido en los estatutos, cómo nunca tampoco nos entregaron a tiempo el padrón general de los miembros. Notamos, además hasta el último momento de las elecciones, que el señor Miguel Gómez siempre estuvo pululando con todos los de la comisión electoral, atento solo al cobro de la activación de los artistas y entregando docenas y docenas de carnet, que fueron impresos el mismo día, de forma directa por el presidente Gómez.
En el último instante es que nos enteramos por las declaraciones del señor Milcíades Andújar, que este sostenía un acuerdo de alianza con Sejo y que además era de conocimiento de la comisión electoral, algo que Sejo admitió diciéndole a Milcíades que eso lo arreglarían en privado, el cual nunca se nos comunicó.
Hemos durado mucho más del tiempo establecido, esperando una respuesta, que era obvio que la comisión electoral jugando a la vacilación no nos daría, ¿Qué es esto? ¿no tenemos derecho a impugnar?, ¿adónde fueron los derechos individuales y colectivos de los artistas?, nos preguntábamos.
Más que toda justificación aberrante ha debido persistir el lineamiento a los códigos morales y éticos no solo por parte de la ausente comisión electoral, sino también, por parte de aquellos que han pretendido eternizarse en la decadencia y la falta de rigor institucional, llevándose todo tipo de posibilidad y esperanza.
De forma constante nos acordábamos de la frase sobre María Ramos, esa la que siempre tira la piedra y esconde las manos, hay personajes que se han creído que el tiempo le concede la virtud de ser buenos, pero solo demuestran su apego a administrar bienes colectivos sin tener que dar respuestas a los demás.
Una respuesta a nuestra justificada impugnación es un derecho que ha sido robado, vejado y ultrajado, no es simplemente levantarle a la mano a uno y omitir a los demás, lo único que se ha demostrado es que no tenemos institución y que solo persiste el ego infundado de algunos, una asociación de malhechores de conveniencias soterradas, que muy desligada a la ley se aprovecha, indigna y lastima. Mantenemos nuestra actitud y reclamo en la base del derecho establecido, no comulgamos con la corrupción y el deterioro, y espero esta terrible experiencia sirva para la reflexión, sobre lo que somos y hacia dónde vamos dirigidos.
