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jueves, abril 25, 2024

Cumplidos cien días, no pregunten a los muertos en la pandemia del Covid-19

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Cumplidos cien días, no pregunten a los muertos en la pandemia del Covid-19. Esos no pueden replicar.

Cumplidos los cien días, y, ¿ahora qué?

Tras la conclusión, es la pregunta que podría estarse haciendo mucha gente. Gente que votó por Luis Abinader, siendo o no siendo miembro de la matrícula del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Fue mucha la gente que sin ser del PRM votó no por Abinader, sino por la consigna del Cambio. Para sacar del poder al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y al presidente Danilo Medina, considerado él, y gran parte de su cohorte como gente corrupta que ya tenía hastiada a la población, al país, por un ejercicio del poder, en conjunto PLD más Danilo, por veinte años, ya considerado un mal ejercicio.

 

Pero Abinader, y se supone que el PRM, ya están cumpliendo más de cien días ejerciendo en el Poder Ejecutivo, no el primer poder del Estado, sino el último de los tres fundamentales. Poder Ejecutivo, el Poder que administra el Presupuesto Nacional las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año. Durante cuatro años, es su misión.

Al cumplirse los cien días del gobierno de Abinader, no hay que pasar balance. Lo importante es determinar si comparado con el plan de gobierno que prometieron para basar la campaña electoral, esos cien días permiten establecer que hay a futuro, confianza en que realmente se cumplirá con el prometido y bien promovido cambio.

Quién sabe. Porque los cien días, más que ejecutorias, ha habido muchas promesas, en serie. Envueltas en un estilo nuevo de promoción en busca de acrecentar la imagen de liderazgo que se atribuye debe adornar a todo gobierno surgido del poder de la democracia. Promoción. Ahí, sí que se ha visto el cambio en marcha, como se dice.

¿A quién preguntar, cómo ha sido todo?

Al presidente Abinader no hay que preguntarle. Ya ha dicho bastante. En todo caso, sus mensajes han sido de una sola vía. Para completar su proceso de comunicación, Abinader deberá recibir y analizar la comunicación de retorno que le envíe su auditorio que es todo el país. Más no una encuesta que es un muestrario insuficiente, ante el peso de los grupos comunitarios y sociales, más que los políticos inconscientes, oportunistas e insensible a todo lo que no sea favoritismo para sus intereses.

Fijarse en lo que dicen los funcionarios del Poder Ejecutivo, sería lo mismo que atender sólo a lo dicho por Abinader. Ahí, tienen: “el Ministerio de Industria, Comercio y MiPymes (MICM) informó que el sector zonas francas se convirtió en el primero del aparato productivo nacional que el Gobierno del presidente Luis Abinader logra reactivar casi en su totalidad, de acuerdo a las cifras dadas a conocer por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu”. Si es un signo, entonces la economía de los grandes de la Junta Monetaria va cumpliendo metas.

Sin que se diga lo mismo con el turismo que se basa en un esfuerzo propagandístico sin cifras concretas y pertinentes. Tal vez, las remesas que llegan del exterior, sí. Pero las pequeñas empresas dicen que están en la quiebra. Y los precios de los artículos de primera necesidad hacia las nubes, lo que quiere decir que no hay control y disciplina, ya que, si la economía ordena que la demanda baje, por ley genuina, la oferta seguiría y los precios bajarían. ¿Qué pasa, ahí?

Abinader afirmó que su principal prioridad ha sido la salud, en cuyo sector se han invertido dos mil 600 millones de pesos en medicamentos, insumos y equipos sanitarios. Y que, ahí, “todo está bajo control”. Dicho y reiterado. Y uno supone que se refiere al avance de la pandemia que enferma y mata.

La palabra de Abinader contra cualquier otra: “En salud, ha habido búsqueda activa de casos COVID-19 y la prevención de contagios; aumento del procesamiento de pruebas para diagnosticar la enfermedad, la adquisición de insumos y la gestión de donaciones en apoyo a la respuesta nacional por la pandemia”. Todo bajo control.

Pero se reporta en distintas áreas y puntos geográficos que los contagios siguen. Como en todo el globo terráqueo. Y también las muertes, contadas con retrasos y administrado el conteo por las autoridades de Salud Pública. Los peloteros cayendo por paquetes en los hospitales. Igual que los maestros que sirven desde las escuelas como instructores a distancia desde sus locales escolares. Y más jóvenes, cada día. Ya suman más de 140 mil los contagios acumulados.

El mismo Abinader, con todo bajo control, como dice, dispone mes y medio adicional para un régimen de emergencia que cubrirá la Navidad, Año Nuevo, Reyes. Y quien sabe si la Virgen de Altagracia, y el 27 de Febrero, si ese control obliga a la elasticidad de los emplazamientos a la pandemia. Y calculan que cinco millones de seres serán vacunados, si se dejan, ya que se pagó en dólares esa parte, sin que haya vacunas, todavía. Empezaría en marzo del 2021.

Abinader recibe la comunión
Abinader recibe la comunión

Aunque Salud Pública dice que sigue en baja la tasa de mortalidad, los muertos son contados después de muertos. Ya no pueden hablar, pero casi llegan a los dos mil 500. Y los contagiados hay que caerles atrás para saber cuántos son los cientos de miles, y dónde están. Y la ocupación hospitalaria está en suba. Pero, todo está bajo control.

En Educación, Rafael Fulcar, en el Ministerio más caro, tiene la pelota en su cancha. Se la envió Abinader. Que diga que fue lo que pasó con las cartillas distribuidas por millares entre la población exhortando a que alumnos, maestros y todo el mundo “rompa con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua”, países registrados con todas las de la Ley como amigos del país.

La gente está reclamando que Fulcar, aparte de estas exhortaciones ideológicas por escrito, rinda informe preciso sobre la marcha del curso educativo virtual que puso su Ministerio en marcha. Y que informe, también, sobre lo que serían logros distintos de los colegios privados ante que las ejecutorias del sector público. Tiene dinero a manos. Que hable Fulcar es lo que pide todo el mundo, desde el más chiquito hasta el más alto de los ciudadanos en la figura de Abinader.

Ahora, no se sabe si Abinader hablará sobre sus cien días de gobierno. Él anunció que sí. Pero sus asistentes en Comunicación Social dijeron desde el Palacio Nacional, que no hablará. ¿Qué pasó, ahí, Presidente? Mejor, no habla, Presidente. Porque quien mucho habla corre el riesgo de equivocaciones innecesarias.

Fíjese que Usted dijo que ya firmó un decreto para la política de 5G y las telecomunicaciones. Pero después dijo que eso está estratégicamente limitado, y ajustado a la estrategia del Departamento de Estado de Estados Unidos. Y los chinos, a través de su embajada, se supone que amiga y dentro de su territorio de inmunidad, recordaron que hay acuerdos con Indotel, desde antes de Usted llegar. Y lo ratificó Codetel-Claro.

Después de los cien días ¿qué?

 

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