El viaje del Papa Francisco a Irak sigue en pie. Un último ataque con cohetes contra un campamento de tropas aliadas en Irak, este miércoles, y otros que se produjeron origen norteamericano y aliados, durante semanas, no parece que reduzcan la posibilidad de obviar la visita papal a tan riesgoso paradero.
La importancia del viaje del Papa, en los actuales momentos que vive el mundo y las relaciones globales en medio de cambios radicales que ya están en marcha, radica en el simbolismo del gesto. La zona a visitar, Medio Oriente, zona abatida por guerras por las pugnas extremistas.
Francisco quiere llevar, eso sí, aliento ante las incertidumbres que vive la humanidad en los actuales momentos. Irak y sus contornos son más que ninguna otra zona de la tierra, senderos de incertidumbres. Todos somos hermanos y hermanas ha dicho promovido el Papa en su reciente documento llamado “Fratelli Tutti”.
El ataque del miércoles se produce dos días antes de que el papa Francisco visite Irak, en un viaje muy esperado que incluirá Bagdad, el sur de Irak y en la ciudad norteña de Irbil.
El sitio está lejos
Entre el Vaticano e Irak se interpone una distancia de 2,898 kilómetros, más de 1,800 millas, o 1,563 millas náuticas. Medido el viaje en tiempo en avión moderno, serían unas tres horas y algunos minutos.
Los últimos censos estiman que en Irak hay alrededor de millón y medio de cristianos quienes siguen distintos rituales religiosos. De estos, 300 mil serían católicos, un 1%, tal vez, de la población. Se reparten en 17 diócesis activas.
En Irak todo el mundo cree en algo. Casi la totalidad profesa el Islam. Irak era la patria de Abraham, profeta común de los monoteístas judíos, cristianos y musulmanes. Aquí, los rabinos compilaron el Talmud babilónico, que define al judaísmo tradicional. Pero aquí residente muy pocos judíos.
¿Qué busca el Papa en estas tierras de crímenes y genocidios, y turbulencias? Llevar un mensaje de amor, según proclama la sede papal en el Vaticano.
Viaje arriesgado
Este viaje del Papa Francisco fue anunciado por el Vaticano desde principios de diciembre del 2020. Desde aquella fecha, se detalló que Francisco visitará Francisco Bagdad, la llanura de Ur, vinculada a la memoria de Abraham, la ciudad de Erbil, y Mosul y Qaraqosh, en la llanura de Nínive”. ¿Por qué le desaconsejaron el viaje?
El Papa Francisco es un anciano de 84 años de edad. Planea permanecer en Irak del 5 al 8 de marzo. Agotar esa jornada en medio de la pandemia del coronavirus, le han dicho, no es la mejor idea. En Irak, el COVID-19 se está sintiendo con fuerza. El Papa y su séquito ya están vacunado, pero las multitudes querrán verlo de cerca. Pero es que el arzobispo católico irakí Mitja Leskovar está afectado por el coronavirus más peligroso hasta la fecha, la variante de Gran Bretaña. Este arzobispo es responsable principal de preparar la visita papal.
Detalles como los que exponemos son los explotados por la parte dañada de la prensa para suscitar objeciones a la visita papal a Irak.
Es que el viaje es trascendente porque Francisco quiere rememorar que allí nació el Patriarca Abraham, profeta origen de todas las creencias monoteístas que adoran a un solo Dios, sin importar la denominación religiosa a que se acojan.
El Papa viajero
El Papa ha realizado once viajes en busca de “construir puentes con el Islam”. Pero ¿qué con el Islam?
Es la primera vez que un Papa visita Irak. El territorio del Islam es un mundo que luce distante del Cristianismo. ¿Realmente, lo es?
El actual Papa ha hecho esfuerzos por acercarte a los países que componen el segmento que denominan Tierra Santa. ¿Por qué se lo denomina de esa forma?
Ha viajado a Jordania, en mayo del 2014. Allí se reunió con el Rey Abdalá II. A quien expresó el interés de un mayor acercamiento a la comunidad musulmana.
En el mismo 2014, en Albania, el Papa Francisco destacó las relaciones existentes entre las distintas religiones. Luego, en Turquía, en noviembre del 2014, se presentó en la mezquita Azul. ¿Qué es la mezquita Azul? Allí oró con otros dirigentes musulmanes, destacando ante la prensa que no se puede decir que todos los musulmanes son terroristas.
Francisco viajó para agotar una jornada de un día en junio del 2015 a Bosnia. Estuvo en Sarajevo predicando en favor del diálogo y la paz ante líderes cristianos católicos, musulmanes, cristianos ortodoxos y judíos.
En un nuevo viaje a la mezquita más importante de Bangui, hablando con dirigentes musulmanes en la República Centroafricana lanzó el grito de que todos esos grupos deben tratarse como hermanos, como ha estado ocurriendo en los últimos tiempos.
Azerbaiyán, a donde viajó en 2016, el Papa Francisco en la mezquita de Bakú, proclamó que Dios es más importante que los partidos. Rechazó el egoísmo que significa el fundamentalismo, el imperialismo y el colonialismo, para hacer violencia en nombre de un mismo Dios.
¿Qué son esas mezquitas en que se posa Francisco?
Una mezquita es un lugar de culto para los seguidores de la fe islámica. Los musulmanes generalmente se refieren a las mezquitas por su nombre arábigo. En español la palabra «mezquita» se usa para referirse a todo tipo de edificios dedicados al culto islámico. Las mezquitas no son solo lugares para orar, sino también lugares para aprender sobre el Islam y conocer a otros creyentes.
En abril del 2017, Francisco siguió la misión de pedir la paz del mundo desde Bangladesh. Reclamó que se piense en los pobres, los refugiados y todas las minorías perseguidas.
En los Emiratos Árabes Unidos, en el 2019, Francisco siguió su peregrinación. Dialogó con el gran imán de Al-Azhar, Ahmed al Tayeb, con quien firmó un documento clamando por la fraternidad de la humanidad.
En Marruecos, en marzo del mismo 2019, acudió al centro religioso Mohamed VI, lugar de formación de los imanes y pidió porque se evite los extremismos.
