24.7 C
Santo Domingo
jueves, abril 25, 2024

El PLD, un paciente en estado delicado

Las más leídas

El Partido de la Liberación Dominicana vuelve a ser noticia en las páginas de diarios y en redes sociales con las más recientes deserciones de importantes dirigentes de ese partido que gobernó el país por 20 años, 16 de éstos, sin pausa.

Las renuncias a esa organización política están a dos por chele desde que salieron del poder; y no cesan desde aquel 6 de noviembre de 2019 cuando el aun presidente de ese partido, Leonel Fernández, comunicó al país su salida del PLD, así como el nacimiento de una nueva fuerza política que se perfiló como el hogar para desertores y otros miembros que, además, no compartían lineamientos políticos impuestos por el entonces presidente de la República Danilo Medina.

La semana pasada, el secretario general del PLD y ex senador por el Distrito Nacional, Reynaldo Pared Pérez, pidió que se le excluya del “otrora codiciado” Comité Político por razones de salud, pero tampoco le interesa continuar en la secretaría general del partido.

Aunque no ha renunciado como tal, quiere mantenerse al margen del partido y de sus repetidos escándalos de corrupción.

Otro que también deserta del PLD y su comité central, en plena celebración del IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina, es el ex senador Euclides Sánchez, quien lo hace a través de un tuit donde anuncia que con “gran pesar” tomó la iniciativa por observar “desvíos en los principios” que le dieron origen a esa fuerza política que fundó el profesor Juan Bosch en diciembre de 1973.

Sánchez hasta el momento de su renuncia era presidente del partido morado en La Vega y uno de los primeros legisladores de la organización.

 

Desde el año pasado, cuando el PLD dejó de ser el partido gobiernista, ha pasado a ser un “paciente en estado delicado”. Las pugnas internas entre sus miembros por ocupar puestos dejados por desertores, pujas para escalar a posiciones más privilegiadas y donde puedan ser escuchados, ha llevado a ese partido al borde del abismo.

Ya no es el PLD de Juan Bosch, ya no es el partido que se exhibía como la organización cuyo objetivo se centraba en la justicia social, la dignidad y el respeto. La tozudez y los actos de corrupción de muchos de sus miembros que ocuparon funciones públicas, lo salpicaron en sus momentos de gloria.

Los últimos cuatro años fueron los peores. Las denuncias de actos de corrupción administrativa tocaron la puerta del ex mandatario, donde se acusa a su propia familia de malversar fondos públicos…donde sobresalió la palabra “testaferro”, ante un país sumergido en una crisis sanitaria y económica profunda.

Desde afuera se observa a un PLD en desventaja frente a los demás partidos mayoritarios, con pocas probabilidades de levantarse y convertirse en una opción electoral para los próximos años. Los conflictos a lo interno lo han disminuido. Como siempre, solo unos cuantos se disputan el pastel. Las bases nunca contaron en las tomas de decisiones y Medina poco le importó.

La derrota electoral en el 2020 que nunca previeron llegaría, llegó y continuará la hemorragia hasta que el ventilador del paciente le marque el cero, cero.

 

 

 

 

 

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último