26.1 C
Santo Domingo
viernes, abril 19, 2024

¿Nuevo código monetario y financiero cocinado igual que Balaguer cocinaba sus habas?  

Las más leídas

SANTO DOMINGO. En aquel tiempo, “in illo témpore”, dirían los romanos en su vernácula lengua latina, era presidente de la Cámara de Diputados, el “comandante Norge Botello”, jerarca ya ido, pero que lo era, en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). En esa Cámara, fue aprobado, o “dada por su sala de sesiones”, un proyecto de Nuevo Código Tributario y Financiero para la República Dominicana.

Tal documento fue recogido y se le colocó su respectivo “dada por la sala de sesiones” del Senado, el 29 de abril de 1992. Era presidente de ese grupo de legisladores el también dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), José Osvaldo Leger Aquino, con el archiconocido también reformista Amable Aristy Castro como Secretario.

Joaquín Balaguer que había enviado aquel documento de 140 páginas sabía de memoria lo que ocurriría con el mismo. Y, rápido, lo esperó en Palacio para promulgarlo el 16 de mayo de ese 1992. Y terminó de convertirlo en la Ley 11-92. Aquella vez, Balaguer y los suyos también necesitaban “más cuartos” para gobernar a los dominicanos de siempre.

Fue una alianza acordada entre Balaguer y Juan Bosch con el PLD, su amigo de todos los tiempos. Aquellos eran tiempos de revuelos transitorios, que no de cambios, aquellos que todavía regenteaba Balaguer compactado con las seguidillas de Bosch y el PLD. Esto es visto en términos políticos, porque el Estado es normatizado por los políticos y sus partidos, en todos los tiempos, parapetados en el primer poder del Estado, para darle al Poder Ejecutivo todo lo que necesite para su régimen. Así, ha sido, y así es.

Ahora, desde el Palacio

En el Palacio Nacional está instalado, ahora, el Partido Revolucionario Moderno, con sus vestigios del viejo y meritorio Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pero con todas las arandelas que logró anexarse para instalar en la presidencia del país, en turno al bate, el empresario y político más rico del país, según confesión de parte, Luis Abinader. Y en el coro palaciego, también dos ricos empresarios que lo acompañan: Lizandro Macarrulla y José Ignacio Paliza.

Ahora, como en aquel 1992 del balaguerismo que marchaba a ritmo agonizante de sus fatídicos y largo doble período, Abinader y el PRM y aliados, empaquetarán en el Congreso Nacional, lo que el Poder Ejecutivo necesita para gobernar y hacerlo como empresarios que lo son todos. Más cuartos.

Abinader, por boca de sus principales asistentes palaciegos Macarrulla, ministro de la Presidencia, y Paliza, ministro Administrativo, marcando el paso, ya dijeron: lo que se necesita es un nuevo Código Financiero y Monetario que nos ponga a disposición más “cuartos” recolectados con una Ley como la que nos legó Balaguer, en 1992.

 

Si esa ley ha sido buena, o mala, ése será el tema de debate, fuera del Congreso Nacional, porque allí, se impone siempre la mayoría, sin que haya influencia del debate callejero. ¿O no fue así que nos dieron un nuevo Presupuesto Nacional como Ley, ahorita, barriendo numerosas leyes que componían el antiguo presupuesto?

Macarrulla y Paliza servirán como un buen “one two”. Macarrulla y su doble período al frente de los empresarios. Y Paliza, con la experiencia de sus ancestros en esas mismas funciones no tendrán que preguntarle a nadie. Y es probable que el nuevo Código esté ya desmenuzado, ya que la cosa se quiere rápido.

Sabidos los temas en los que Macarrulla es más que experto: el desastre bien conocido de la energía eléctrica que no termina, y ahora dentro del corazón mismo del problema, porque aparte de su ministerio presidencial, tiene endosado el gabinete de supervisión de energía y electricidad, con su colega en los hombros de Celso Marranzini.

También los salarios, ay, los salarios. El aparejo de la deuda, y Paliza ya dijo que las deudas son malas, pero que siempre habrá que endeudarse. Ya Macarrulla tiene bien sabido que ahora, no se trata de un sistema familiar de salud, sino de un Seguro Nacional de Salud ¿verdad?, y del Sistema Nacional de Seguridad Social.

Habrá que concluir con la privatización, no sólo del sistema eléctrico, sino de los remanentes y vestigios de lo que queda de empresas en manos del Estado. Si, ombe. Sobre el papel del Banco Central de frente al nuevo Código, ¿quién sabe más que Macarrulla, de eso y algo más?

Como es lógico suponer, Macarrulla ya tendrá a la puerta del nuevo Código lo que se habrá de hacer con aquel famoso Plan Nacional Estratégico de Desarrollo por 10 años, y que debió de terminar ¿agotado, ahora, en 2020?.

Pero es que el mismo fue lanzado hasta el 2030. Lo de la inmigración, ya se sabe. Macarrulla y los hombres de empresa privada también, más que cualquiera, ya que lo han estudiado muy bien. De manera que no habrá que esperar mucho para tener un nuevo Código. Ni para lograr el consabido consenso: empresarios están muy bien situados por doquier. Y sindicalistas, hace rato que eso no existe en este país. Faltaría, tal vez, un desayuno de oración, y que Macarrulla le prepare un buen discurso al honorable presidente Abinader, en que toque el Tratado de Libre Comercio. Y el liderazgo del futuro, si es que no lo tenemos, ya.

Uno no sabe si los empresarios de hoy piensan como pensaban cuando Macarrulla los dirigió, la última vez, cuando por su voz se quejaban de que el PLD en el gobierno no tenía oposición, lo que era “muy peligroso”. ¿Y ahora? Lo que bien se sabe es que los empresarios, hoy, están muy bien situados para darse como lo han anunciado, un Código rápido, de una vez, empezando el año. Como dijimos, hay que esperar las réplicas, si es que las hay. De eso se trata.

Si el nuevo Código y sus nuevos impuestos, modificados del anterior, será consensuado, siempre se dice así. En los nuevos impuestos, sobre todo colocados sobre la cabeza de “quienes pagan muy pocos, o ningún impuesto” ha sido la confesión de Macarrulla. Y abiertamente, Paliza lo coteja con un “se hará todo como lo hizo y legó Balaguer, con la 11-92, en 1992”.

Para que no haya sorpresas, aquí les dirigimos a las 140 páginas vigentes desde el balaguerismo de 1992, que el PRM, Abinader, Macarrulla, Paliza, y sus aliados eliminarán, para darnos uno nuevo que les ayude a recaudar más: http://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic3_rep_cod_trib.pdf .

Y para que mejor se sepa, la nueva Ley a conseguir, ya, a principio de año, en enero para más prisa, vendrá, como la vigente, con el “por objeto de establecer el régimen regulatorio del sistema monetario y financiero de la República Dominicana. b) La regulación del sistema monetario y financiero en todo el territorio de la República Dominicana que se lleva a cabo exclusivamente por la Administración Monetaria y Financiera.

La regulación del sistema comprende la fijación de políticas, reglamentación, ejecución, supervisión y aplicación de sanciones, en los términos establecidos en esta Ley y en los Reglamentos dictados para su desarrollo”. Macarrulla y Paliza no están escondiendo nada: es como “lo hizo Balaguer”, quien incentivó la construcción de escuelas, hospitales, presas, carreteras, y muchos edificios importantes.

Sólo que, según el eminente experto tributario, don Francisco Canahuate, en la reforma de 1992, los ejes fundamentales fueron para favorecer la reducción del impuesto a los asalariados y se redujeron las tasas impositivas en sentido general.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último