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martes, abril 16, 2024

Congresos del PLD: una historia por conveniencia mal contada

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SANTO DOMINGO. Entonces, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) anda resolutando sobre un nuevo Congreso de ese partido, denominado José Joaquín Bidó Medina, el número IX. Y al revisar la historia de los eventos similares en ese grupo, hay que detenerse en el VIII Congreso. Un evento del que nunca se cumplieron las resoluciones que lo legitimaban como instancia superior del PLD.

El VIII Congreso aparece, hoy, en una mirada retrospectiva, como la mejor evidencia de lo que se cocinaba internamente: la consagración de las divisiones internas y del pleito entre Leonel Fernández y Danilo Medina, por un liderazgo que no tenía, todavía en aquel entonces, por qué ser definitivo.

Ahora, en 11 de octubre, el ex presidente del país, resurge con un discurso de inauguración de un XIX Congreso Ordinario. En tono lúgubre, Medina aludió al 5 de julio, en el mensaje que dijo le envió la población al negarle el voto mayoritario en los comicios, y agregando que, en los últimos tiempos, los peledeístas no fueron la mejor versión de ellos mismos.

Buscarían, con este nuevo evento, movilizar el PLD, transformarlo y fortalecerlo, al tiempo que renuevan su dirección máxima. Sobre el tema se recuerda que, en octubre del 2019, tras la debacle que produjo la renuncia del doctor Leonel Fernández a la presidencia y militancia del PLD, se debió completar de dedo, con ocho nuevos miembros, el Comité Político de la organización. Los ocho reemplazados se habían ido con Fernández a probar mejor suerte en otras entidades.

Se levantaron voces, sin embargo, señalándole al PLD que su IX Congreso no podía celebrarse hasta noviembre del 2020, como se acordó en el grupo en el 2015. Y se ha dicho que eso se establece en atención a la Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos vigente. Fue en el 2015 cuando se escogió a Medina candidato presidencial ¡por fin! Y de nuevo resurge el famoso pacto de los quince puntos, cuando se trasladó el IX Congreso al 2020.

Un poco de historia

En agosto del 2010, el entonces secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Reinaldo Pared Pérez, hoy, padeciendo un cáncer  y prácticamente inactivo en política, resaltaba cómo su grupo partidario había realizado “siete congresos ordinarios”. Hoy, al cabo del tiempo, de los días, de los años, y de las secuenciales trifulcas internas enmarcadas en ese historial, el PLD, ahora trémulo como consecuencia de divisiones y avatares, tiene en sus manos un IX Congreso acorde con las circunstancias del agitado devenir de la vida.

Aquella vez, en agosto del 2010, Pared Pérez resaltaba “el desarrollo institucional de esa organización política y el respeto que, desde su fundación, se ha tenido de su propia regla de juego”. Según él.

La regla de juego que pretendían los peledeístas era la de que cada cinco años se discutiera sobre posiciones políticas e ideológicas y se eligieran sus autoridades. La única vez que no se celebró el evento congresual en el PLD fue en 1999. En esa fecha los peledeístas celebraron lo que llamaron “un plebiscito para recabar opiniones”. Tal aclaración se hacía en 2010, para responder a las críticas externas e internas de que en el PLD no se respetaba la democracia ni la institucionalidad del grupo, cosa que decían ellos estaba vigente allí, desde la fundación del partido, en el 1973, cuando Juan Bosch, precisamente irrespetando la institucionalidad del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se alzó con un pequeño grupo de jóvenes seguidores, con su Comisión Permanente como invento propio para aislarse, huyendo del lado del doctor José Francisco Peña Gómez, quien se conformaba de manera definitiva como líder máximo en ese PRD.

Durante la celebración de los siete congresos que menciona Pared Pérez, el último de ellos dedicado a la memoria del doctor Rafael Kasse Acta, fueron aprobadas numerosas conclusiones. Todavía en 2008, el PLD buscaba la forma de obligarse a cumplir con las reglas de su funcionamiento interno. Estaba muy ocupado con las campañas electorales nacionales, sus conflictos internos por ese motivo en la pugna por escoger aspirantes peledeístas a los puestos del Congreso Nacional y los municipios, como a la candidatura presidencial del país. Congresos peledeístas iban y venían, y la modorra se apoderaba gradualmente en desorden, en el PLD.

Comoquiera, en el VII Congreso, los peledeístas afinaron sus estatutos. Y publicaron todo con el título de pertinencia, dando categoría al evento. Desde el 2005 se estableció que el Congreso, como máximo organismo, sería montado cada cinco años.

El PLD celebró cinco congresos ordinarios cada cuatro años (1978-1994). La continuidad de ese proceso fue interrumpida en 1994, por el surgimiento de una crisis política nacional generada por los mismos peledeístas y su aliado de siempre, el presidente Joaquín Balaguer, cuando en alianza de reformistas y peledeístas se le arrebató el triunfo para llegar a la presidencia del país, vía PRD, al doctor José Francisco Peña Gómez. Se dio pie al “Pacto por la Democracia”. Después del congreso constitutivo de 1973, siguieron los congresos ordinarios Narpier Díaz Gonzáles, en 1973, el Nin Diplán, en 1982, Jaime Vargas, en 1986, Félix Servio Docoudray y Miguel Soto, en 1990. También el Enmanuel Espinal, en 1994, Juan Bosch, en 2000, y como se señaló, el doctor Rafael Kasse Acta, en 2005.

VIII Congreso del PLD; el más famoso de todos sus congresos

El VIII Congreso al Comandante Norge Botello (Norge William Botello Fernández), fue planificado como un evento para el salto en todos los órdenes, hasta el 2012, cuando el país tendría elecciones generales. Pospusieron la agenda del evento, y ya era una señal.

Aunque habría una consulta plebiscitaria con fecha fija del 26 de junio del 2011, cuando se escogería también el candidato presidencial del PLD para los comicios del 2012. En esa fecha fue ratificado el Comité Central por un nuevo período. “En consecuencia, en 1996 tuvimos elecciones presidenciales, en 1998 elecciones congresionales y municipales, en el año 2000 elecciones presidenciales, en 2002 elecciones congresionales y municipales, y así se mantuvo hasta la Reforma Constitucional del año 2010.

De 1996 al año 2010, se celebraron 8 elecciones (cuatro congresionales y cuatro presidenciales). El año que no era electoral era preelectoral y los partidos tenían elecciones internas cada dos años para escoger a sus candidatos a cargos congresionales y municipales o presidenciales. Por estas razones, 1998 cuando debió haberse celebrado otro congreso en el PLD, no fue posible porque en ese año entró en vigencia la modificación constitucional que estableció elecciones congresionales y municipales.

Con elecciones cada dos años era imposible realizar los congresos ordinarios. No obstante, en el año 2000 y 2004 celebraron los congresos ordinarios, razones por las que celebraron en este año 2013 el VIII congreso del PLD.

El último congreso del PLD celebrado en el año 2004 introdujo reformas importantes a los estatutos, estableciendo que el congreso ordinario se celebraría cada cinco años en lugar de cada cuatro años, como se había consignado en los estatutos anteriores; estableció la modalidad de miembros y miembros militantes la cual no ha sido posible aplicar hasta el momento; estableció en los estatutos en los artículos 10 y 11, “que el congreso es el más alto organismo de dirección del partido integrado por todos los miembros del comité central, los presidentes de comités provinciales, municipales, intermedios, de circunscripciones electorales y seccionales. Se estableció, además, que el congreso puede ser convocado de manera extraordinaria por el Comité Central, el comité político o el 25% de los organismos que lo integran”.

El Comité Político (CP) del PLD en reunión celebrada el 06 de septiembre del año 2010, tomó importantes decisiones, para presentarlas al comité central para su rechazo, modificación o aprobación. Se aprobó en esa reunión que el VIII Congreso Ordinario se designara con el nombre de “Comandante Norge Botello”, celebrar elecciones para la estructura orgánica después de las elecciones presidenciales del año 2012, que se eligiera la Comisión Organizadora del Congreso, que se aumentara en por lo menos a 100 miembros de la matrícula del Comité Central y que se ratificaran por un nuevo período los miembros en ese momento, del Comité Central y las autoridades dirigenciales nacionales, mediante una consulta plebiscitaria con el voto universal y secreto de los miembros. Suficientes propuestas como para enredarse mucho más.

Estas propuestas del CP, fueron aprobadas por el Comité Central el 9 de octubre de 2010. Cada una de estas propuestas aprobadas se pusieron en ejecución luego de las elecciones del año 2012, excepto el plebiscito para extender el período de los dirigentes nacionales, el cual se celebró el 26 de junio de 2011, fecha en la que también se seleccionó el candidato presidencial del PLD.

En la Consulta Plebiscitaria votaron 1,062,407 miembros del partido y el 67% (690 mil) aprobaron la extensión por 5 años de los dirigentes nacionales actuales de la organización. El 15 de octubre de 2012, el Comité Político decidió continuar con la celebración del VIII Congreso, el cual incluye como temas iniciales la declaración de principios y estatutos, línea organizativa, línea política nacional e internacional, formación política y relación partido gobierno-sociedad.

Posteriormente, el 6 de diciembre de 2012, en reunión del presidente del Partido con la Comisión Organizadora, propuso que se incluyeran además de los temas antes señalados, lo relativo a las comunicaciones, asuntos electorales, municipales, legislativos, juventud, mujer, dominicanos en el exterior, finanzas, resolución de conflictos y ética y disciplina. Estos fueron 15 grandes temas a discutir en este VIII Congreso”.

En el 2012, el Comité Político del PLD decidió continuar con la celebración del VIII Congreso Norge Botello. Durante meses, el PLD estuvo ampliando con nuevos miembros los organismos directivos, siempre según lo disponía la comisión organizadora de este congreso inconcluso.

El 15 de octubre del 2012, el Comité Político del PLD decidió continuar con la celebración del VIII Congreso Norge Botello. Durante meses, el PLD estuvo ampliando con nuevos miembros los organismos directivos, siempre según lo disponía la comisión organizadora de este congreso inconcluso.

El 19 de marzo del 2014, todavía estaba el Tribunal Superior Electoral debatiendo una de las litis emanada de la celebración y las conclusiones del evento peledeísta, sobre resoluciones de asignación de cargos en el Comité Central del partido en cuestión.

Una temática a tratar en ese congreso del PLD fue la de resolver el aumento del número de miembros del Comité Político. Era una maniobra en busca de puntos de coincidencias entre las partes, ya abiertamente encontradas a lo interno del PLD, encabezadas por Leonel Fernández y Danilo Medina, en pelea por el liderazgo del grupo. La Comisión Organizadora del VIII Congreso había concluido el conteo de los votos de las elecciones internadas, el 19 de enero del 2014, dado a conocer en un séptimo boletín.

Leonel Fernández se ufanó aquella vez de que ese Congreso “sería una revolución estremecedora no solo al interior de nuestro partido, sino en el seno de la sociedad dominicana, porque implicará una revitalización del sistema democrático en nuestro país». Y agregaba que la “fábrica de presidentes del PLD gobernaría al menos hasta el 2036”, vaticinio que resultó falso, ya que el PLD fue sacado del poder en el 2020, dejando de ser ese grupo “la organización principal instrumento de lucha del pueblo dominicano”, como también decía Fernández.

 

 

Lo que también resultó en falso, cuando el propio Fernández, tras perder unas primarias, salió de ese grupo, pese a que ocupaba la presidencia del mismo, dedicándose a constituir otra entidad con el nombre de Fuerza del Pueblo que lo llevó a perder las elecciones presidenciales del año 2020.

En 2018 seguían los reclamos dentro del PLD para que se cumplieran las resoluciones del VIII Congreso, incluido el grupo para que el evento concluyera de manera definitiva. En el esquema del evento se había aprobado que el mismo concluyera “después de cumplida las etapas de discusión temática y completar la matrícula de miembros del Comité Central, en diciembre, en la fecha del 45 aniversario del PLD, el 15 de diciembre”.

Había una cuestión cónsona entre peledeístas: la dirección del partido había abandonado el manejo estructural del grupo para dedicarse enteramente a manejar el gobierno del país, olvidando los trabajos políticos de la entidad. Situación que estimaban podía ser corregida cumpliendo las resoluciones del famoso VIII Congreso, abandonadas desde el 2013. Tal vez, decían, porque los temas de ese evento no fueron debatidos por la base partidaria, sino impuestos por una parte de la cúpula. Y ese fue su mayor error de todos los tiempos.

Estaba ocurriendo que, en el 2010, en el Congreso Ordinario decidieron que se escogieran autoridades internas cada cinco años. Pero en el 2011, sin evento alguno, se decidió extender la vigencia del período de mando de la cúpula del PLD, por cinco años más, mediante la realización de lo que se llamó una consulta plebiscitaria. El caso debió de corregirse en el VIII Congreso, pero no fue colocado en la agenda del evento.

En febrero del 2019 se publicaba en la prensa que sería en marzo de ese año cuando la organización iniciaría la adecuación del PLD a las disposiciones del VIII Congreso. Reinaldo Pared Pérez, todavía continuaba informando, a través de los años, que comisiones sugerirían como adecuar su grupo a las nuevas disposiciones.

¿Qué era y es lo que no se cumplía y aun no se cumple en el PLD?

Los reglamentos de Organización y Funcionamiento del Comité Central; Funcionamiento de la Unidad de Fiscalización, Evaluación y Control; del Secretariado; de Disciplina y Ética y para la elección de las diferentes direcciones (provinciales, municipales de Circunscripciones Electorales, de Seccionales, de Bloques de Comités Intermedios y de Comités Intermedios). También, la designación de Enlaces, Revisión y Actualización del Padrón, y para reestructurar y multiplicar los Comités Intermedios.

Y por eso están como están. Un retazo de partido, en un XIX Congreso

El VIII pasó a la historia del PLD como algo famoso: sus resoluciones no se aplicaron nunca. Y eso hizo aparecer el evento como inconcluso. “Se hace impostergable aplicar resoluciones del VIII Congreso”, se leía en la página web del PLD, en nota aparecida el 16 de marzo del 2019. Era un reclamo de la dirigente del PLD, Margarita Rosa Fernández viuda Lamarche.

 

 

 

 

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