SANTO DOMINGO. A un mes y días de su salida del poder, el ex presidente Danilo Medina sigue siendo noticia en el ámbito político tras las duras críticas de sus compañeros y ex compañeros de partido y gran parte de la sociedad ante la actitud asumida y considerada por muchos como de “negación” a lo que no pudo ser.
Las criticas internas a Medina vienen desde que impuso a Gonzalo Castillo como candidato presidencial por encima de tradicionales dirigentes que tenían aspiraciones presidenciales y cuando calificó de «señoritos» a los delegados de mesas porque supuestamente no defendieron el triunfo de los candidatos del PLD en las elecciones municipales.
La organización convocó para el 4 de octubre el inicio del IX Congreso Ordinario en el que se renovará la actual dirección y se espera que caras nuevas aparezcan el litoral del partido morado, incluido su Comité Político. ¿Retendrá Medina la presidencia del PLD en medio de tanto cuestionamiento a su figura?
El ex mandatario, al parecer, no ha despertado de su realidad tras su fracaso como líder político y guía del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y más que despertar entusiasmo entre sus simpatizantes, denota letargo en sus acciones con un rostro demacrado.
Y no es para menos, pues durante la campaña electoral se creyó e hizo creer a sus candidatos que era el seguro ganador de la contienda electoral, a pesar de que los números de las encuestas que tenía en sus manos decían todo lo contrario.
Su más reciente encuentro con el equipo de trabajo que le acompañó y sus legisladores electos, a Medina no le importó un “pito” acusar a las bases de la derrota del PLD, y esas declaraciones lastimaron la sensibilidad de una buena parte de la militancia.
Dijo en esa ocasión que si no era con dinero en la mano, nadie movía un dedo a favor de sus candidatos. Alabó, sin embargo, el trabajo que realizaron los miembros del Comité Político, cuyo objetivo era lograr la “hazaña” política de llevar al PLD en cinco períodos consecutivos a la Presidencia de la República.
Pero Medina, no sólo perdió con su candidato presidencial, sino que no pudo asegurar las curules que poseía en ambas cámaras legislativas y que él se ufanaba de llamar “mi Congreso”.
El PLD pasó de ser primera fuerza en ambas cámaras legislativas a ocupar el tercer puesto, tomando en cuenta que el partido Fuerza del Pueblo, dirigido por el ex presidente Leonel Fernández, le tumbó el pulso con el doble de senadores y varios diputados a su favor.
De las elecciones a la fecha, el PLD y Danilo Medina han ido de mal en peor. Las renuncias de dirigentes a todos los niveles no se detienen, y muchos creen que no parará hasta que el partido languidezca, pues las quejas giran en torno a la actitud poco gallarda y plural que reina en el seno de ese partido liderado por Medina.
También, en sus discursos y encuentros el dirigente político se muestra muy presuntuoso y engreído contra su ex compañero de partido Leonel Fernández, quien al renunciar del PLD, prometió a Danilo que lo sacaría del poder.
Y hay que reconocer que Leonel Fernández, no solo ayudó a sacar del poder a Medina pactando y asumiendo acuerdos con el PRM y Luis Abinader durante el proceso de elecciones, sino que también le está absorbiendo parte de las bases, así como importantes dirigentes a nivel nacional.
Cada día se suman más dirigentes que abandonan el viejo partido para irse a las filas de la Fuerza del Pueblo y militar al lado de su antiguo líder Fernández.
Esta situación es lo que también podría estar desencajando al líder sureño en todo este proceso, además de las constantes denuncias de corrupción y abuso de poder cometidos por funcionarios de su gobierno, entre las más sonadas están sus vinculaciones con la empresa Odebrecht y Punta Catalina.
