SANTO DOMINGO.Discursos, discursos, discursos, fue todo lo que hubo en los encuentros sostenidos, durante un largo día miércoles, por el presidente Luis Abinader, con el liderazgo político de oposición del país. Por lo menos, con los tres candidatos presidenciales perdedores en los últimos comicios, frente al mismo Abinader y su Partido Revolucionario Moderno (PRM). Allí, se habló largo y tendido.
La prueba de lo que se afirma sobre los discursos la ofreció Guillermo Moreno, candidato presidencial de Alianza País, cuando declaró que “hablamos, hasta por los codos. Todos hablamos, hasta por los codos”.
Moreno fue el primero en recibir en el local de su agrupación al presidente Abinader, un hombre que luce poseído de un vigor emprendedor, por lo pronto, en discursos desde el ejercicio del poder. Aunque en algunos decretos de manera específica, luce estar golpeando suave, pero golpeando,en interés de plasmar acción acorde con sus promesas electorales.
La reunión se llevo a cabo en la sede de Alianza PaísRecogida la impresión de los otros encuentros logrados, frente al ex presidente en tres ocasiones, Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo, grupo que formó para concurrir en busca de una nueva presidencia, tras auto desarraigarse de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en el que fue líder formal durante más veinte años. Fernández enumeró una docena de temas sobre los que se conversó con Abinader y su grupo de funcionarios recibidos en la Fuerza del Pueblo. A su estilo, hizo una síntesis del encuentro, micrófono en manos.
Para quienes lo dudaban, Danilo Medina fue la sorpresa durante la visita de Abinader al local que llaman Casa Presidencial del PLD. Medina estaba allí, en apariencia liderando el esfuerzo del consistente grupo de exfuncionarios que lo acompañó, junto al presidente de ese grupo, Temístocles Montás. No se hizo mención de Gonzalo Castillo, candidato perdedor concurrente a los comicios en nombre de Medina. Los peledeístas insistieron con Abinader en que se realicen nuevos encuentros entre ese grupo y el gobierno.
Si algo resaltó significativamente fue la promesa de Abinader de que las inquietudes que busca suscitar entre los opositores para que acudan a inyectar más fortaleza a las ejecutorias de su gobierno, serán recibidas institucionalmente, en el foro oficial para esos fines: el Consejo Económico y Social. No sería necesario el espectáculo de la romería para satisfacer en sus lugares a todo el liderazgo nacional.
Y se dice a todo el liderazgo nacional, puesto que Abinader ya anunció anticipadamente que habrá visitas, conversaderas, discursos y deseos para lo resolutivo, con las cabezas de los grupos económicos, sociales, civiles y religiosos del país. Quien crea que es líder de algo, en el país, que se anote en la agenda itinerante de Abinader.
Leonel Fernández y Luis AbinaderLa agenda que de manera premeditada se agota en estos recorridos presidenciales está constituida por los temas de la salud del pueblo, a propósito del azote de la pandemia del coronavirus, el inicio del año escolar, sensible preocupación nacional, ligada precisamente, a la situación de la crisis de la salud y la crisis económica, permanente en la nación, ahora, agravada por las circunstancias sanitarias.
Si Abinader buscaba que lo oyeran de tú a tú, y en la propia casa de los opositores, entonces, logró ese objetivo. Se salió con las suyas. Y lo complementó, ya que tuvo la respuesta inmediata contenida en los discursos de los líderes de oposición. ¿Era eso lo que buscaba? Pues, el objetivo de la conversadera fue logrado.
Como hablando la gente se entiende, si hablaron hasta por los codos, como se testimonia, entonces, aflorarían muchos entendimientos. Aquellos que nunca se interesaron en hablar con nadie, desde el poder, pese a todas las sugerencias, fueron golpeados por la iniciativa de Abinader, aunque sea un golpe blando, es golpe, en definitiva.
Abinader, de esta manera rompe barreras. Y según trasciende entre sociólogos, religiosos y gente a la que le gusta opinar sobre cualquier circunstancia, el presidente Abinader y su aliento, significan algo así como un aliento amortiguador para la población dominicana: porque motivos hay para la desesperación y la desesperanza.
