24.7 C
Santo Domingo
jueves, abril 25, 2024

Hablando con la banda calzada, ya, sudándola

Las más leídas

Don Luis Abinader, presidente de todos los dominicanos, dice su primer discurso formal, para todos los dominicanos, vía los medios electrónicos.

Qué bueno que lo haga, a pesar de que apenas haya agotado menos de mes y medio presidiendo la Nación, desde la toma de posesión, el 16 de agosto.

¿Por qué es bueno que lo haga, así?

Por tradición a los presidentes y sus gobiernos nacientes se les conceden cien días, poquito más de tres meses, para que actúen con libertad, exhiban sus iniciativas propias y que así se pueda examinar su conducta y hacer proyecciones para los cuatro años que la Constitución los coloca al dominio de la cosa pública.

Dicho esto, es bueno que se sepa que en el caso de presidentes y gobiernos es poco lo que hay que inventar para saber lo que serán. Ya todos los protocolos para sus operativos están instalados y preparados para su llegada.

Hay estilos, sin embargo. Y el presente gobierno de don Luis Abinader, es lógico que tenga su estilo propio, como todos los antecesores.

No está demás que se resalte que el actual gobierno está inmerso en un chapaleo en cieno de indecencia heredada. Y que no sólo es cieno, lodo, sino que hay muchas hienas acechando para dar zarpazos de oportunismo y hacer daño en beneficio propio.

Y la hiena es carnívora, áspera, tiene color del pus manchoso, es animal que gusta de la oscuridad. Es carroñero, le gusta la carroña perversa.

Así es el enemigo de la democracia. El enemigo de los gobiernos democráticos.

Como Abinader y su gobierno, naciendo de una contienda democrática, son un compromiso de toda la Nación, porque así lo quiso la mayoría, hay que darle apoyo. Cuidarlo y aconsejarlo para que tome en cuenta las experiencias ajenas.

Las hienas de que hablamos no hay que identificarlas, ya que éstas se identifican por sí mismas en base a sus zarpazos fétidos. Estemos atentos, sin embargo.

Y que don Luis Abinader y su equipo de gobierno sepan que no están solos. Lo único que debe preocuparles, desde ya, es hacer las cosas bien, con buena fe y con inteligencia. Para eso, sólo hay que cumplir con las leyes y con la Constitución, como Dios Manda.

Ánimo, Presidente. La cancha sigue siendo suya.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último