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jueves, abril 25, 2024

Juan Pablo Duarte es “el Padre de la Patria” señores del periódico El País.es

“Luis Abinader: “En la nueva Guerra Fría necesitamos una relación estratégica con Estados Unidos”

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“El presidente de la República Dominicana asegura en una entrevista con El País que quiere darle al país “un ‘shock’ de institucionalidad y modernidad”.

Esos son los titulares con los que el diario El País, de España, encabezó una reseña conteniendo una entrevista que consiguió ese medio con el presidente dominicano Luis Abinader. Y que difundió en fecha 26 de diciembre del 2020. Las declaraciones de Abinader retumbaron tanto que muchos se perdieron en ellas y olvidaron subrayar aspectos importantes de lo escrito en ese periódico.

Lo de “guerra fría” (¿?) habría que dejarlo para otra ocasión. Como lo del “shock” que dice Abinader, en esa entrevista, que quiere darle país. ¿Más shock que el que ya se vive en este país?

Es evidente que a Abinader, como le dijo su esposa, le molesta más el ruido que hace el aire acondicionado por las noches en el Palacio Nacional que los fantasmas del abominable Rafael Trujillo y del muy bien recordado Antonio Guzmán. Trujillo desbarró 30 años en los pasillos palaciego. Guzmán se desarrajó un plomazo en su despacho, a pocos días de terminar su mandato, sin que al cabo de los 38 años del hecho se sepa cuál fue la motivación del gobernante para tomar tan funesta decisión.

Aunque el mismo El País, desde España, haya afirmado en un gran titular del 9 de julio de 1982, que “Antonio Guzmán se suicidó tras ser traicionado por sus colaboradores”. (¿?).

Añadía el texto publicado que Guzmán cometió el suicidio “tras descubrir actos de corrupción en su administración”. Cuatro días antes de esta publicación, El País había difundido que lo del suicidio era “una presunción”. Bueno, lo dijo así, el periódico, reproduciendo un despacho de la no menos española Agencia Efe. Así, son los medios de prensa tradicionales, que no sólo las modernas redes sociales, en las que se difunde cualquier cosa.

Luis Abinader
Luis Abinader

Pero, Guzmán ¿traería esos sentimientos de traicionado desde que siendo miembro del Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), recibió el desaire de Juan Bosch cuando le pidió al político que no le renunciara en forma tan airada, en la misma cara, y a los pocos días saltara con el nuevo partido PLD? Uno no sabe, pero del temple de Guzmán, sí que hay muchas y sobradas constancias.

A confesión de parte, relevo de pruebas, enseñan los abogados litigantes de los tribunales. Y si a Abinader le molesta más el ruido del aire acondicionado que los fantasmas que encontró en el Palacio de gobierno, no hay que averiguar más. Es así. Por eso, según la misma publicación, “se pasea con tranquilidad por las sombras del Palacio”.

Todo esto viene a cuento, porque es en el periódico El País, en el mismo artículo que se comenta, bajo la firma de Jan Martínez Ahrens, de quien, por supuesto, puede decirse que es un ignorante, cuando menos, de la historia dominicana. Para Martínez Arens, Juan Pablo Duarte, sólo es “uno de los Padres de la Patria”.

Abinader o alguno de los asesores que dice Martínez Arens lo rodeaban en la butaca desde donde respondía el cuestionario de El País, debieron, o deben, porque para todo hay tiempo, advertirle a ese periodista y su periódico que Juan Pablo Duarte, no es “uno de los Padres de la Patria”. Juan Pablo Duarte es “el Padre de la Patria”. Así de sencillo, dicho en tan solo cinco palabras.

Aunque, con frecuencia es fácil observar cómo algunos presidentes dominicanos, dados a decir muchos discursos, jamás mencionan para nada el nombre de Juan Pablo Duarte. ¿Para qué? Se preguntarán esos presidentes.

Juan Pablo Duarte era un españolito, como se supone lo son los dueños de El País y el periodista Martínez Arens. Pero Juan Pablo Duarte, hijo de español, reconoció esta tierra como suya desde antes de ser enjugado con ese nombre en la pila bautismal de la Iglesia Santa Bárbara. Y conste que no por eso, tal vez, por eso, Juan Pablo Duarte quiso darse una Patria. Y fue él, y no otros, quien murió solitario en un camastro, con fiebre y tuberculoso padeciendo el exilio forzoso bajo amenaza de muerte de uno que, sí entendió que debía seguir siendo español, trayendo decenas de miles de soldados españoles negociados a cambio de un título de Mariscal.

Rafael Leonidas Trujillo
Rafael Leonidas Trujillo

Mariscal que fue derrotado con toda la corte de la Reina, a golpe de coa y machete. Hoy, éste “mariscal” merece que se mencione su nombre, sólo cuando lo saquen del Panteón Nacional. Y esta será otra historia que contaremos, de su vecino en ese Panteón, Antonio Duvergé.

Juan Pablo Duarte no es “uno de los Padres de la Patria”. Es el Padre de la Patria, y al fantasma de ése, sí que no hay que temerle para mencionarlo, por mucho ruido que produzca el aire acondicionado de Palacio.

Porque ese Juan Pablo Duarte sí que se cuidaba de la corrupción al testimoniar la transparencia, sumando y restando hasta el último centavo que se ponía en sus manos, en su condición de General del Ejército incipiente de su República fundada. Algunos, hasta eso le niegan. La condición de General, que venía de soldado de línea, pese a que la única firma que se conoce como su huella deja constancia de que firmaba los recibos de su contabilidad como “General Juan Pablo Duarte”.

1 COMENTARIO

  1. Qué poco respeto tiene este señor por el fundador de la República y Mártir de San Juan, qué ingrato son ciertos dominicanos. Algún día la historia dará el justo lugar a Francisco del Rosario Sánchez.

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