20.5 C
Santo Domingo
jueves, marzo 28, 2024

Sinrazón de un egoísmo: matar la Ley 28-01 y el desarrollo fronterizo

Las más leídas

La sinrazón del egoísmo de una élite empresarial, o industrial, o lo que sea, buscando aniquilar la Ley 28-01 que estableció una Zona Especial de Desarrollo Económico y Social de la Frontera domínico haitiana, ha permitido conocer parte de la idiosincrasia de la sociedad dominicana actual.

El debate por salvar o desnaturalizar esta legislación que ya cumplió 20 años de utilidad real, desnuda la mediocridad de la lucha política y partidista, y la no partidista, interna y entre pares.

También expone la precariedad mental de un sector capitalista rapaz, acomodado en las ciudades, y dispuesto a utilizar las zancadillas que les facilita la corrompida burocracia oficial como arma para la lucha por sus intereses particulares. Pero tienen de frente la palabra y los hechos de los empresarios que a duras penas ayudaron, pese a la bárbara competencia, persistiendo para impedir que la ley fuera aniquilada como era el propósito premeditado.

La Ley 28-01, ideada y lograda para saciar el hambre y la orfandad de todo quien vive en la frontera, se escuda en el articulado de la Constitución de la República. Caso comprobado en los múltiples intentos de la competencia salvaje desbaratados por la Suprema Corte de Justicia en distintas oportunidades. Y hasta por el Tribunal Constitucional. Los cabildeos de los líderes y miembros de la Asociación de Industriales de la República Dominicana (AIRD), entidad que aloja y nutre a los enemigos ¡increíble! del desarrollo industrial de la región fronteriza han conseguido hasta la creación de leyes inconstitucionales, ya derogadas, para mutilar las reglas de juego que favorecen a los harapientos desempleados fronterizos. Pero los esfuerzos de la AIRD han sido inútiles, a lo largo de una veintena de años.

La mezquindad empresarial de la AIRD retomó los sostenidos impulsos de su despropósito al ver instalados en el Palacio Nacional, tras las últimas elecciones generales, a sus congéneres y aliados capitalistas. Llegaron al gobierno y se ataviaron con los mejores puestos decisivos. Los enemigos de la frontera han querido utilizar el factor sorpresa para alzarse con una presea rastrera, enemiga de todo desarrollo de la franja más pobre y necesitada del país.

Grito al estertóreo de una Ley

El expresidente Hipólito Mejía, reclamando la paternidad de la Ley 28-01 lo hace como sólo él sabe hacerlo: con rabia y decisión. Y al hacerlo en forma individual lo hace desnudando la incapacidad de su propio Partido Revolucionario Moderno (PRM) para meditar, discutir y ponerse de acuerdo en líneas estratégicas fundamentales para la Nación, que ayuden a su gobierno a tener el éxito proclamado, todavía por verse a rasgos generales.

La Ley de desarrollo social y económico de la frontera con Haití es hija, en realidad del ejercicio gubernamental del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Como hijo también lo es el PRM. Por lo que el grito de Mejía conjuga más de una preocupación que emana de su experiencia. No hay que dañar ni dejar que dañen lo que está bien hecho, parece decir Mejía.

Esa zona especial de desarrollo está integrada por Dajabón, Elías Piña, Independencia, Montecristi, Pedernales, Santiago Rodríguez y Bahoruco, y es una zona de alta incidencia de la pobreza superior a la media nacional y especialmente elevada en Elías Piña y Pedernales; pero, además, es una zona que sistemáticamente expulsa la población más desesperada, por lo que la densidad poblacional allí es impulsada por un alto índice de emigración.

La población de estas localidades ha salido compelida por su desamparo a clamar en los caminos y calles para que no se cometa el desafuero que quiere la AIRD de dejarlos sin los empleos y sin la comida de sus hijos que encuentran en esas empresas “desleales”.

Empresas en operación bajo la ley 28-01, por provincia, a julio del 2017:  Montecristi 46, Santiago Rodríguez 14, Dajabón 12, Independencia 5, Bahoruco 3, Elías Piña 1, Pedernales 0. El total de empresas en la zona fronteriza señalada por los industriales capitaleños como desleales suman 81, según informe del Consejo de Coordinación de la Zona Especial de Desarrollo Fronterizo.

Grupo partidista no entiende la cuestión

El PRM, con delegación suficiente en el Congreso Nacional expone una conducta deshilachada penosa que, lo hace asemejarse a lo peor del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), grupo que tan pronto obtuvo el triunfo de sus trampas para encaramarse en el Poder, en 1996, fundió la dirigencia de ese Partido con los mandos del gobierno. Y obtuvo con ello, su propia perdición, pese a que tenía detrás las mañas y manías acumuladas por Balaguer que lo soportaban. Cosa que no tiene el PRM.

La falta de una estrategia institucionalista del PRM que, ya va dejando rastro equivocado en varias áreas del ejercicio del Poder, es lo que hace que sea el presidente Luis Abinader quien tenga que acudir con un lance improvisado a proteger provisionalmente a las primeras empresas que en el 2001 se acogieron la Ley-28-01 del desface de los legisladores de su propio PRM.

Los empresarios citadinos, en su interés, han querido tachar de desleales a quienes se asimilaron al beneficio de la Ley 28-01 y se fueron contra todo riesgo a fomentar empleos para dominicanos, rayanos, y haitianos. La Ley en cuestión vino a convertirse, también, en un magnífico muro para contener la inmigración haitiana.

Estos empresarios han encontrado eco en algunas bocinas de opinión puestas a su servicio. Estos sitios propalan que “en términos reales, además de no haber disminuido la pobreza ni la desigualdad, esta ley sólo ha servido para mermar los ingresos del Estado, permitiendo que algunas empresas se aprovechen de un paraíso fiscal para competir deslealmente con industrias similares ubicadas en otras zonas. Bajo esta realidad resulta injusto invertir en cualquier mercado, especialmente uno con las características del dominicano”. Periódico “El Dinero” (https://www.eldinero.com.do/62905/el-efecto-cero-de-la-ley-28-01-en-la-reduccion-de-la-pobreza/ ). Si esto fuera cierto, las bocinas entienden que sería mejor entregar dádivas a los muertos de hambre y no facilidades a los arriesgados que inviertan en favor de quienes claman en el desierto.

Fallaron los empresarios fronterizos, sin embargo, en una labor necesaria de relaciones públicas al no lograr arrastrar la matrícula de la AIRD hasta los bordes fronterizos, para que comprobara sus propios argumentos erróneos sobre la base de que “en la frontera no había nada que buscar”. Y la Ley 28-01 en veinte años demostró que allí, sí que hay algo que buscar, para contradecirlos en su mala fe.

La voz del Ministerio

El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo ha dejado establecido que la Ley 28-01, como incentivo a la inversión privada diferenciado para esa zona especial de desarrollo, tres años antes de que perimieran sus primeros 20 años, ya tenía en operación 81 empresas, generando aproximadamente 6,400 empleos y más de RD$18,000 millones en ventas. Esta dependencia gubernamental, en sus estudios, no descarta la posibilidad de algunas modificaciones al cuerpo de la legislación.

¿Le creemos a Juan Antonio, el obrero que dice no sale de Santiago Rodríguez ni a palos? Allí, por lo menos bebe refrescos de colores y hojaldras, y le quedan algunos chelitos pa´lo epaguetis y la salsa”. ¿Se oye en la AIRD?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último