El presidente Luis Abinader ha revelado ser un conocedor de Joan Manuel Serrat y su inmensa canción «Aquellas Pequeñas Cosas».
Su decisión de » descolgar» de oficinas públicas su foto, pedir que no lo asocien a la rimbombancia del cargo cuando a él se refieran, horizontalizar las relaciones, reconocer y tributar a gente común son gestos, acciones que » hacen que lloremos cuando nadie nos ve».
El decreto 8-21 es una mala interpretación de esa canción porque si el homenaje a Gregorio Urbano Gilbert es plausible, la coordinación del mismo es un grito desgarrante que desgarra la nobleza del reconocimiento al Héroe.
Abinader debe asumir que » como a un ladrón te acechan detrás de una puerta», que ahora » el tiempo y la ausencia» no matan, y que no es «tiempo de rosas» pero que, si puede dejar » en un rincón, en un papel o en un cajón» un boleto de » ida y vuelta» porque es así que viaja el tren.