Nos enseñaron en botánica elemental, que las flores realmente no surgieron para embellecer la vista. Las plantas las producen para atraer insectos o aves y transportar mediante ellas como hacer fértiles otras plantas, las cuales producirán frutos y semillas.
Es un ejemplo de vínculos naturales entre especies diferentes en que cada una se favorece de esa relación. Si extendemos la mirada hasta el estimado de 4500 millones de años que tiene la tierra de comenzar a formarse a partir de gases incandescentes, rocas y giro circular condicionados a la gravedad del sol etc. es mucho lo que se puede encontrar de cómo se crearon condiciones en las cuales el ser humano realmente llegó al escenario digamos en el último minuto.
Al aparecer la vida de plantas y animales la especie humana encontró una relación ya establecida entre las diferentes materias llamadas inanimadas y las que tienen vida todo ello en un contexto relativamente armónico.
Agua, ríos, montañas, mares, plantas, peces, aves, reptiles, mamíferos, volcanes, lluvia, mares, y un largo etcétera que incluye al menos 90 elementos que aparecieron en nuestro suelo y que llegaron vía estelar en el contexto de nuestro sol como actor principal.
De nosotros podría esperarse que respetara ese contexto y que lo que hiciera sobre él fuera para beneficiarse sin dañar las reglas.
Lamentablemente hemos comprobado que no ha sido así y nuestra intervención ha sido egoísta en búsqueda de un interés inmediato, pero en ocasiones para hacer daño posterior. Por ejemplo, la búsqueda de energía para producir bienes elevó la temperatura promedio del planeta y hoy circula en nuestro entorno gases envenenantes, y hemos matado no menos de un millón de especies distintas.
Este artículo está dirigido a aumentar la consciencia de que las organizaciones políticas que merezcan ser respetadas, son aquellas que toman en cuenta la realidad descrita.
El actual sistema capitalista vigente en el planeta ciega la mirada a este asunto porque hay intereses económicos muy fuertes que nublan el conocimiento. La industria automotriz, por ejemplo, nos vendió la idea de que necesitamos transportarnos (de acuerdo) pero con combustible que calienta el ambiente y por crear como desecho el CO2 acelera la temperatura y derretiremos los polos que son vitales para nuestra existencia.
Estamos hablando de la gravedad del tema, pero el presidente de la nación más influyente del planeta niega que esto esté ocurriendo, y al contrario promueve que saquemos más petróleo del suelo norteamericano.
Yo me inclino a hablar de estas cosas porque me llevo de aquello que dice que se puede engañar todo el tiempo a una parte de la gente, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.
Soy optimista de que encontraremos un nuevo arreglo de cómo actuar frente a la naturaleza y que vivamos mejor la mayoría y no solo una parte pequeña.
