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viernes, marzo 29, 2024

De caballos y burros eléctricos

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Se anuncia y se presentan los primeros prospectos de “caballos eléctricos” para el transporte divertido de los turistas que deseen pasear recorriendo el Patrimonio de la Humanidad declarado, que son los restos de la primera capital del Nuevo Mundo: nuestra Zona Colonial.

Ya conocíamos de “burros eléctricos” …

También los criollos que por curiosidad o modismo lo deseen, podrán usar esos “caballos eléctricos”. No está demás advertirlo.

Quienes querían cambios, ahí los tienen. Seguirán existiendo, sin embargo, los “burros eléctricos” en cada imaginación suelta.

Cambiar caballos por motores eléctricos en los tradicionales coches es una novedad que no tiene madre, por lo buena y humanitaria.

Si nuestro Guillo Pérez reviviera estaríamos seguros de que pintaría esa novedosa maquinaria., y le adicionaría uno de sus gallos, y carretas cargadas de cañas. Sólo, tal vez, por no quedarse relegado y que las novedades se le adelantaran a ese rey entre los artistas plásticos.

¿Será extendida esa práctica a todos los tradicionales coches que son arrastrados por caballos de carne y hueso, en Santiago, La Vega, ¿en todo lugar del país, en donde sigan adoptando ese medio de transporte tan tradicional?

La verdad es que el mundo está cambiando.

Y ojalá que todos los cambios por los que transite el mundo sean tan positivos como lo es el cambio de los caballos de coches por motores eléctricos. Es a lo que llamamos caballos eléctricos. De todos modos, la fuerza de todo motor se la mide en caballos de fuerza.

Primero llegó la protección de los perros al apreciarse el esmero con que se protegió a la perrita a la que su dueño, ¿todavía en prisión?, pateó a su propio animalito en un arranque ¿de qué?

Ahora llegó el turno a los caballos de coches.

Tenemos la impresión de que la sociedad dominicana ha cambiado. Se está transformando en una sociedad protectora de animales.

Qué bien. Ahí tienen la respuesta adecuada todos quienes siguen entendiendo que por todo lo que se ve, según ellos, la sociedad dominicana no es más que una sociedad de animales con ropas, incorregibles.

Los caballos, ni los coches, tienen la palabra en este éxito. La tienen los cocheros, contentos con que les cambien los caballos de carne y hueso, por “caballos eléctricos”.

Cambiemos el término cochero por el de Gobierno. ¿Les parece bien, tal alegoría?

 

 

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