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jueves, abril 18, 2024

Ebanista del barrio, no entiende algunas cosas que le dicen

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El presidente Luis Abinader está hablando mucho y claro. Eso es parte del cambio que debe ser llevado sin exabruptos. El “otro”, casi no hablaba. Y cuando hablaba, salía con mañoserías y torpezas egoístas.

Al día siguiente de haber oído el último discurso de Abinader, dicho a través de todos los medios posibles, un ebanista del barrio, que todavía estaba rumiando la perorata, decía: “me gustó el discurso, porque yo no quiero más impuestos a mis ingresos y ni a mis consumos”.

El ebanista nuestro estaba complacido con su Presidente. Pensativo, sin embargo, murmuró ante su interlocutor: “Privatizar, ¿y qué será privatizar…? Esa partecita, como que no complació mucho al ebanista. No entendía muy bien el asunto. ¿Privatizar algunos bienes del Estado? ¡Vaya usted a saber?

Este ebanista de barrio apenas pudo terminar la educación básica, hasta el sexto curso. Pero le gusta que respeten su privacidad, y que ningún vecino ni familiar se meta con su vida privada. Y le gusta que todo el mundo respete lo poco que tiene como propiedad privada, el serrucho, el martillo, sus pantalones y sus zapatos…

Cuando Abinader y otros hablen de privatizar deberán tener en cuenta que todos los ebanistas, zapateros, venduteros, tricicleros, empleados de mínima categoría, y hasta los busca vida y desempleados, quisieran saber que es eso de privatizar los bienes del Estado, o lo que sea que ellos quieran decir.

Cuando Abinader y otros hablen de asuntos como la privatización y de nuevos impuestos al consumo y a los ingresos, que lo hagan con parsimonia, y que antes de tomar medidas como esas, les den mucho seso. Para que no se equivoquen. Aparte de hablar mucho, cosa que les está gustando, deben hacerlo con máxima claridad y sin torpezas, para que hasta los muy brutos los entiendan.

A veces, el ebanista y los otros interesados, piensan que los del gobierno, como se declararon millonarios todos, después de sentarse a gobernar, puede que se les haga difícil hablar de manera clara y precisa, sobre cosas como privatización y nuevos impuestos.

De todos modos, si hacen algo así, como lo que están diciendo, que lo hagan despacio, suavecito, sin precipitación, como cuando se meten los cambios al automóvil, sean cambios mecánicos o automáticos, que ya dijimos. Despacio con los cambios. Sin brusquedad, para que el carro no se tranque.

Al ebanista del barrio le gustan los discursos de Abinader. Pero como que no entiende algunas cosas.

¿Se oye?

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