Los delincuentes no se detienen ante nada, cada día cometen acciones osadas, desafiantes a la autoridad, con consecuencias, siempre lesivas para la sociedad.
Esta semana en el kilómetro 3 de la carretera Piedra Blanca Juan Adrián, varios hombres ataviados con uniforme de la Policía Nacional montaron un retén en el que detenían y registraban los carros que circulaban por la misma.
Por casualidad transitaba por la zona el capitán Juan Darío Abreu Rosario, de 42 años, quien se percató de la situación anormal, pero tremenda sorpresa, fue recibido a tiros por los hombres quienes lo mataron y desarmaron. En la acción también resultó muerto el señor Vender Luis de la Cruz Santiago.
Se tienen informes que, con frecuencia personas ajenas a la Policía montan retenes en cualquier carretera, matan y roban pertenencias a ciudadanos indefensos.
Eso indica que la Policía tiene que permanecer alerta a este tipo de delincuencia, aumentando el patrullaje en las carreteras y las operaciones de inteligencia.
Así como la delincuencia se reinventa cada día, la repuesta de las autoridades debe responder de la misma manera.
La Policía debe explicar sobre este hecho, determinar sí los hombres que realizaban el retén de manera ilegal eran miembros de esa institución, pues se tiene la duda.
En varias ocasiones han ocurrido hechos, de concepción y ejecución policial, para su provecho, que nada tienen que envidiar a los delincuentes.
Hay que determinar sí fueron civiles o agentes policiales, quienes realizaron este retén en que perdieron la vida dos ciudadanos. Los culpables deben ser procesados por la justicia para que paguen por su delito.
