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viernes, marzo 29, 2024

Manos a la obra

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El país ya cuenta con un diagnóstico de la Policía Nacional, entregado al Poder Ejecutivo, en el que se incluye una serie de recomendaciones.

La idea es que la institución policial dé un salto cualitativo para mejorar la eficiencia que como cuerpo le debe a la población.

La esperanza de los dominicanos es la de que ese informe, elaborado tras una indagatoria durante un año, por las personalidades que aceptaron ese trabajo solicitado por el Poder Ejecutivo, no se quede en las gavetas de los escritorios de la burocracia oficial para consumo de las polillas.

Los resultados, las recomendaciones de tan reconocido esfuerzo, deben ponerse en marcha de inmediato.

La gente espera con anhelo que la Policía Nacional se transforme, de verdad, y que termine por mejorar la confianza de todos sus conciudadanos en los servicios que se les encomiendan.

Postergar la ejecución del tal informe y la reforma policial misma, sería continuar alimentando el desasosiego que vive la comunidad nacional por la inseguridad a que está sometida los 365 días del año.

Inseguridad que tiene un costo en vidas preciosas y útiles, y que ahora, entendemos tendrá una respuesta componedora.

Esperamos ver con la rapidez que ameritan las circunstancias que se empiece a dar los pasos concretos para obtener la excelencia en cada miembro, y en toda la Policía Nacional.

Por adelantado está la disposición manifiesta del país para cooperar con cuerpo y alma con ese esfuerzo, para lo que se espera, asimismo, que aparezcan los recursos económicos imprescindibles.

Deberemos pasar por encima de las simples buenas intenciones y esfuerzos inútiles pregonados durante decenas de años y que, en vez de mejorar la Policía Nacional, han servido para garantizar la tranquilidad de unos pocos que siempre se favorecen de los esfuerzos comunitarios.

Queremos ver que la Dirección de Policía Nacional estará recogiendo en sus cuarteles a todos los agentes policiales asignados a empresarios, a politiqueros y otros civiles. Esto, porque hacen falta muchos miembros policiales patrullando las calles y atrapando delincuentes inútiles.

Deben de aparecer los recursos económicos para dotar las instalaciones de los destacamentos policiales de los servicios sanitarios necesarios. También de los instrumentos que la insertarán en la mentada tecnocracia moderna de las comunicaciones.

Son pasos que en lo inmediato deben comenzar a trillarse para que la población tenga confianza en que, en lo inmediato, contaremos con una Policía a la altura de los tiempos de hoy: una Policía técnicamente bien articulada para combatir los delitos que cada día adquieren nuevos matices. Manos a la obra, amigos policías.

 

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