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jueves, marzo 28, 2024

Sensación de revivido

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Revivir es renacer. Volver a nacer. Es una tonificante sensación que produce alegrías, así, en plural. Y múltiples satisfacciones in crescendo.

En las recientes elecciones presidenciales y generales, tras de las cuales todavía no hemos agotado los cien días, después de instalarse las autoridades en sus respectivos puestos de mando, nos sentimos revividos.

Quienes votaron por los ganadores, como también, quienes no lo hicieron así, pero mantuvieron expectativas en medio de ese drama cíclico que son los comicios partidarios-políticos.

El país, su sistema de funcionamiento social, la democracia, pareció morir, durante algún tiempo, demasiado largo. La estaban matando. Hicieron todo lo posible para que la democracia fuera sólo un método de arribar al oportunismo, en una práctica muy útil para los perversos que la ejecutaban.

Sin embargo, aunque con la sensación del colapso, ahora se experimenta un sentimiento de que volvimos a existir. Una especie de renacimiento.

No queramos, siquiera, volver a rememorar aquellas perversidades rutinarias que asqueaban a todos. Claro, asqueaban también, a los propios perversos, en su intimidad de humanidad reducida.

Importante es saber que no estábamos muertos, no perdimos la capacidad de reanimarnos.

Todos estos términos anteriores y su aplicación a una realidad nuestra, los hemos plagiado del Gran Diccionario de la Lengua Española, Larousse, 2016. Confesarlo, eso, se llama transparencia, que no pedantería.

No tengamos dudas. Apliquemos nuestra concepción de la vida real a la vigencia de nuestro nuevo gobierno, para sostenerlo, ayudarlo a fortalecerse para que nos gobierne de verdad.

Esto, porque parece que vivimos una tragedia que no es tal.

No todos los del gobierno nuevo son gentes buenas, pero el proceso, que son cuatro años, se encargará de los no buenos.

Parecíamos muertos. Experimentamos la sensación, sin embargo, de que fuimos internados en un gran centro de regeneración, algo así, como un hospital. Que es, en realidad, el sistema de gobierno social de que disponemos. La democracia es un gran hospital para la rehabilitación, para el renacimiento.

Vivamos la resurrección. Y tiremos hacia adelante. ¡Suerte!

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