Conozco a Juan Taveras Hernández, conozco a sus hijos Michell Taveras, Patria, Juan Carlos y al benjamín de la familia.
Nunca hemos coincididos políticamente, la mayoría de sus amigos con los que compartes no son del PRM, son personas de diferentes corrientes del pensamiento político.
Los hijos de Juan TH son un ejemplo en esta sociedad, hombres y mujeres profesionales que han logrado abrirse pasos por méritos propios al margen de los vínculos y relaciones de su padre.
Con Juan usted podrá estar o no desacuerdo en la forma y la vehemencia con que hace su enfoque, pero lo hace de manera frontal, con firmeza y sin ocultarse detrás de las cortinas.
En la mayoría de sus planteamientos, generalmente no coincidimos, pero siempre ha sido una persona que ha respetado la posición de los demás.
Juan Taveras Hernández hoy está en el PRM nunca ha ocultado sus vínculos personales con Hipólito Mejía, pero es una persona con formación crítica que no se dejas ni seducir ni adocenar por el poder.
Tiene creencias firmes asume las causas que considera correctas y siempre ha mantenido una postura firme por el interés nacional.
Juan se formó en el Movimiento Revolucionario Línea Roja del 1J4. Fue un miembro activo del Comité Fabril junto a Chichi, Liriano y otros importantes dirigentes Línea Roja, de la Antigua Zona Norte del Distrito Nacional.
Lo conocí como dirigente de la Unión de Estudiantes Revolucionarios a mediado de la década del 70 en el Liceo Nocturno Juan Pablo Duarte, también conocido como Miguel Angel Garrido, junto a mi hermano Víctor (Cabeza) Romero, Máximo Cuello, Amaury Bastardo, Vicente Sánchez, entre otros.
Juan Taveras Hernández, Tiene una formación política marxista, de izquierda revolucionaría.
Juan Taveras Hernández tiene olfato periodístico, sabe distinguir las diferentes tonalidades de las noticias.
Sabes cuándo una información es manipulada, cuando se monta narrativa mediática y cuáles son los propósitos.
Usted podrá decirle lo que quiera a Juan Taveras Hernández, pero jamás chantajista.
Su mayor legado son sus hijos, esa es su gran empresa y su gran capital.
Lo bueno de este país es que somos una aldea, aquí todos nos conocemos, nos desayunamos, almorzamos, cenamos y compartimos en los mismos bares y los mismos restaurantes y nos atienden los mismos meseros.
Este es un país donde las decisiones se toman en menos de cinco kilómetros cuadrados.
