La presente, es una reflexión sociopolítica, con la mira puesta, en la preservación del PRM, y evitar que su dirigencia repita el error que llevaron al fracaso al PLD, PRD, PRSC, se divida, pierda el poder político, y fracase en su misión histórica, como fracasaron, los antes mencionados.
Creo prudente, inicialmente establecer, las causas que llevaron a la destrucción, al fracaso y la desintegración de los antiguos mayoritarios mencionados. Y poner la lupa, para ver cuáles de esos comportamientos negativos, pueden estar germinando a lo interno del PRM.
El orden en que vaya señalando estos males, no refleja su orden de importancia. El irrespeto al Estatuto, su adecuación para beneficiar a los detentadores del poder. El cambio o alteración de las reglas del juego. El irrespeto a la democracia interna e imposición de candidatos comprometidos con el poder.
El anquilosamiento del partido, o el abandono operativo de los órganos, organismos y frente del partido. La conversión en funcionarios de los dirigentes del partido, quedando este huérfano. Los acuerdos de aposento, al margen de la voluntad de las mayorías. El trueque de los principios por la conveniencia.
Usted podrá repetir; “Si los dirigentes del PRM, son frutos de la misma sociedad y bebieron de la misma cultura política, que los dirigentes de los antiguos mayoritarios, porque esperar comportamiento diferente”? Yo le diría que es una excelente observación.
Ahora bien, hay otro fenómeno a tomar en cuenta…la sociedad! Los pueblos solo soportan, aquellas cosas que por alguna razón están dispuestos a tolerar. Y, para poner un ejemplo, este pueblo dijo ya a la tolerancia a la corrupción. Y esa estructura dirigencial, básicamente, encarna y nuclea ese segmento de la sociedad. Solo para poner una diferencia.
¡Vamos al grano! Usted dirá! Se me ocurre iniciar por la conformación poli-clasista del PRM. Que básicamente, es un partido con una gran base de pobres, y con una cabeza de ricos. Donde hay coincidencias, visiones y agendas diferentes y divorciadas. Y por supuesto, cosmovisiones antagónicas y disociadas.
Quizás la mayor coincidencia, quedó reflejada en aquella canción cantada al presidente Luis Abinader, la noche que se celebró el triunfo del PRM; “Los queremos presos”!
Hay una herida, que potencialmente se inclina a convertirse en una especie de falla geológica en la estructura del PRM, y es el sentimiento de sentirse la dirigencia del base del partido; desamparada, ignorada, defraudada y usada por el gobierno que llevaron al poder, y la cúpula de su partido hoy convertidos en ministros y autoridades.
Siempre se ha afirmado, de no perder el tiempo hablándole de hambre, al que nunca ha pasado hambre. Frase que refleja el frio silencio que como respuestas tienen la base del partido, movimientos y aliados cuando demandan sean tomados en cuenta en el gobierno.
Y hay otro actor, silente, poderoso, a la expectativa. Y es la masa silente. Aquella aliada circunstancial y veleidosa, que aseguró el triunfo del partido y que al igual que la militancia orgánica, espera por ver convertida en transformación del Estado y la macroeconomía la palabra cambio.
De manera que la continuidad del grupo ejecutivo en el poder en el presente, la integridad del partido, y su continuación en el poder, reside en evitar los errores de los mayoritarios de ayer, sintonizar con las bases del partido y aliados y con la masa silente. Y ser lo suficientemente creativos para impulsar las reformas necesarias, para romper con él más de lo mismo, y transformar la vida del pueblo dominicano.
El autor es Escritor, y precandidato a la Secretaria General Nacional del PRM.
