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jueves, marzo 28, 2024

En Ruta a CapHaitien IX

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El interés de Roberto en involucrar a Solé en la lucha política tiene demasiadas preguntas sin respuestas, pero ese intento no es en vano. Busca en su celular datos sobre las estadísticas que muestran el Banco Mundial, la Cepal, World Fact Book y se las muestra a Solé donde se demuestran los índices de pobreza, comparativa de Haití  con República Dominicana. Ella asiente con su cabeza en señal de acuerdo, pero no agrega palabras, lo cual deja a Roberto en inquietud. Sin embargo, persiste en sus propósitos de que esa mujer se comprometa en ayudar a cambiar el destino de su nación.

El, como empresario de clase media alta, curioso del conocimiento y de los procesos históricos y en contacto directo con sus empleados haitianos, sabe más que el común de los dominicanos, que solo expresan quejas sobre la excesiva presencia haitiana, sobre la inquietud de contaminación de la crisis de gobernabilidad de esa nación, etcétera.

Roberto le dice a Solé, si Haití en 1804 fue capaz de derrotar al ejército francés aunando esfuerzos y circunstancias favorables,  no me sorprendería que algún haitiano quiera dirigir un proceso parecido, pero esta vez contra la República Dominicana …Tú nación necesita cambios , pero hay que reflexionar sobre los errores cometidos después de la independencia, para encontrar las respuestas dentro y no fuera.

Desde luego, sería mucho mejor si ambos países encontraran un proyecto común para la isla en vez de proyectos contrapuestos. La isla,vista en conjunto, debería proteger la vegetación de los árboles de sus montañas, evitar la erosión de sus suelos e incluso Haití podria encontrar empleo para su gente reforestando todo el espacio que sea apropiado para la industria de la madera e incluso sembrar árboles para hacer carbón vegetal , siempre  que siembre más que los que tale. le dice con entusiasmo a esa mujer que tanto lo motiva.

Se dice que hay más de 150 bandas organizadas que secuestran fieles en las  iglesias cobrando 10  o 15  gourdes por cada uno de los presentes. Ese estado de cosas, le argumenta a Solé, se cambiaría si los pobres dejan de convertirse en soldados de la carrera delincuencial y pasan a trabajar por su futuro en la industria de la madera, tal y como Suecia lo hizo. He oído que un tal Berbecue, que es un ex policía y ahora bandolero está  diciendo que su grupo de bandas  G-9  busca la justicia social eliminando a los oligarcas…Eso me preocupa más todavía le confiesa a Solé.

Sabes  Solé cuántas industrias se podrían establecer en los 370 kilómetros de frontera entre nosotros sostiene Roberto. La emigración es inevitable en  los últimos 10,000 años pero entre nosotros debe haber un espacio para evitar que la de los haitianos hacia República Dominicana sea en un estado de desesperación y nadie mejor para hacerlo que sean los propios haitianos que encuentren los líderes capaces de montar ese proceso.

Continuará

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