Las posibilidades de análisis de lo que pueda pasar en las elecciones del año 2024 en la República Dominicana son diversas.
¿Qué va a pasar con el votante racional, con el que calcula beneficios-riesgos, el que pone sobre la mesa ventajas-desventajas, el que evalúa los procesos electorales como una oportunidad económica y de movilidad social, y qué va a pasar con la decisión de los votantes racionales, con la teoría culturalista, con las cuestiones históricas, inerciales y tradicionales, con el voto familiar muchas veces usado y pocas veces analizado?
¿Se podrá incluir en el presupuesto de votos del año 2024 el voto de los grupos sociales que como gobernados conformes o inconformes pusieron la ‘predisposición electoral’ a decidir las elecciones recién pasadas?
¿Habrá espacio para el enfoque desde la neuropolítica y lo emocional como factor explicativo de resultados electorales? (Voto: candidatos y emociones, Anna María Fernández Poncela)
¿Cómo enfocarán y utilizarán los estrategas el miedo, el enojo como promotores de la abstención y del voto de castigo y la esperanza como motivadora del voto inconsciente?
¿Quiénes direccionarán a su favor o contra el otro esos dos campos de la emoción electoral: la esperanza y el temor?
Recapitulando:
De las dos grandes masas de votantes irracionales ¿cuál será el decisorio, los conformes con ‘El Cambio’ o los inconformes?
En ambos nichos electorales encubados en la ‘predisposición electoral’ se anidan los próximos resultados electorales…!