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martes, abril 23, 2024

¿Hay Vida después de la muerte?

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¿Qué es la vida? A mí me parece razonable decir que es el estado de un organismo caracterizado por la capacidad de metabolismo (conjunto de reacciones bioquímicas y fisicoquímicos que ocurren en una célula y en el organismo), donde haya crecimiento, reacción a los estímulos y por la capacidad de reproducción.

Según un estudio desarrollado por Gallup, un 60% de todo el planeta cree en alguna religión y todas ellas dicen existir el alma que es un concepto espiritual que trata de algo que no tiene color, forma, dimensión, peso, no ocurre en el tiempo, no tiene geografía, ni está en ningún lugar específico en el ser humano.

El 74% de los seres humanos cree que existe el alma, similar al 71% que cree en dios.

Desde luego hay religiones que creen en la existencia de varios dioses, como en el caso de la India que tienen tres dioses principales (Brama, Visnú, Rama) descritos en Mahabarata Ramayana, pero de los cuales se desprenden otros que en algunas de las variedades pueden llegar a millones.

El 56% cree que hay un cielo al cual se llega después de la muerte y un 49 % cree en que hay un infierno.

Es interesante observar estas estadísticas porque por ejemplo en Tailandia el 98% cree en una religión mientras en China apenas un 7%.

Pocas religiones tampoco tienen los ingleses, Suecia, República Checa, Bélgica, todos con menos del 30%.

No obstante, Papúa Nueva Guinea, Pakistán, Nigeria, Haití, casi el 100% sigue alguna religión.

El vudú, originariamente traído por los esclavos capturados en los bordes de África, (sacarlos de las profundidades del continente era más complicado) se difundió en Haití, Brasil. Cuba, incluso en República Dominicana y en todos los lugares donde se asentaron esclavos, tales como Honduras, Nicaragua, Guatemala. aunque en mucho menor grado.

A finales del siglo XVIII en Haití se reportan 2.9 millones de esclavos, en Brasil casi 9.

Pero una cosa es sin duda muy cierta. Una religión tiene una infraestructura ligada a una realidad económica, educacional, cultural y una creencia cualquiera no parece sencillo desarraigarla. 60 años de educación no religiosa en Cuba ha hecho poco por eliminar la santería cubana, practicada por jóvenes nacidos bajo la revolución cubana que en sus ceremoniales practican sacrificios físicos y lenguaje verbal africano.

El vudú que usa animales para regar su sangre en la muerte de un ser humano, está tan arraigado en Haití que ninguna otra religión ha logrado sacarla de las prácticas cristianas y los haitianos han hecho un sincretismo en que la tierra ensangrentada es un simbolismo a la virgen de la Altagracia y una oportunidad para que una Mambo difunda un polvo alucinante en el duelo de algún   muerto.

¿Quién tiene la verdad? Espera un poco como diría una amiga mía… Yo tengo mi punto de vista, pero no se me ocurre estrujarle mi verdad a nadie.

 

 

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