Es alentador y esperanzador saber que algunas instituciones del Estado dominicano se han interesado en conocer, multiplicar y poner en práctica el liderazgo en valores, conscientes de que éste representa un factor de alto valor agregado para desarrollar un país en sus diferentes dimensiones, desde las perspectivas de la sostenibilidad, la transparencia, la ética, la integridad y la cultura de la cooperatividad. Felicidades a las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de la Policía Nacional, por asumir como mejora continua la iniciativa “Dominicana se transforma”.
“Dominicana se transforma” es una organización no gubernamental sin fines de lucro, aliada local de la Fundación John C. Maxwell de Liderazgo, creada para desarrollar competencias y habilidades blandas a nivel de las diferentes regiones del país, así como implementar el programa de liderazgo basado en valores, a través de Mesas de Transformación.
Ojalá que más funcionarios y servidores públicos, más empresarios del sector privado, más gremialistas, más dirigentes de las organizaciones políticas y más regentes de instituciones sociales de República Dominicana, se animen y se integren a la iniciativa “Dominicana se transforma”.
El liderazgo en valores se ubica entre los medios más confiables para construir organizaciones públicas y privadas sanas, respetuosas de las leyes, amigables con los recursos naturales no renovables, protectoras de los derechos humanos y adversas a acciones ilícitas. Un país, un Estado, un gobierno, una empresa, una institución, sin la presencia y el acompañamiento del liderazgo en valores, tienen poca posibilidad de transformarse de manera sana y positiva. Más bien, asumen un comportamiento similar al de los barcos a la deriva.
El liderazgo sustentado en valores, posee la fuerza, la energía y la vibra para facilitar que las sociedades, las instituciones estatales, los gobiernos y las empresas privadas, puedan obtener resultados significativos en un ambiente ético, sano, productivo, colaborativo e inclusivo. Lo mejor para República Dominicana, sería que se transforme a partir de la visión y el comportamiento éticos de un nuevo liderazgo sustentado en valores y pilares positivos, tales como: el compromiso, la autoconfianza, la responsabilidad, la actitud positiva, el perdón, la iniciativa, la escucha, la integridad, la disciplina, la pasión, la agenda común, el carisma, la capacidad, el discernimiento, la generosidad, entre otros.
Según John C. Maxwell, uno de los maestros de negocios, crecimiento personal y liderazgo más influyentes del mundo, para lograr que el mundo sea un lugar mejor, se necesitará que los individuos sean mejores personas: ´´Necesitamos ser el cambio que deseamos ver. Podemos lograrlo si empezamos a ser intensionales respecto a nuestro propio crecimiento. Cuando lo hacemos, nos colocamos en una posición desde la que podemos agregar valor a los demás porque tenemos algo que ofrecerles”. (John C. Maxwell, 2021).
Por medio de mesas de transformación, “Dominicana se transforma” busca fomentar y multiplicar el liderazgo en valores, con la finalidad de ayudar a las personas a mejorar su desempeño profesional, su familia, su emprendimiento, su vecindario o comunidad, y sobre todo, su país. El liderazgo en valores transforma el presente y el futuro de las sociedades, de las empresas, de las instituciones y de las personas. Para ser un líder transformador, es necesario creer en los demás.
El autor de más de cien libros traducidos a cincuenta idiomas, con más de 26 millones de copias vendidas, John C. Maxwell, ha planteado las siguientes características de los líderes que transforman: ven cosas que otros no ven, creen en lo que otros no creen, dicen lo que otros no dicen, hacen lo que otros no hacen y reciben cosas que otros no reciben. La transformación es un proceso lento y cuesta arriba. Un segmento importante de los dominicanos quiere que Dominicana se transforme, pero muchos no están dispuestos a asumir el riesgo y el sacrificio que se requiere para lograrlo.
Como dice Maxwell, la transformación sucede cuando líderes se unen de las manos con otros para construir un puente y viven los valores alrededor del futuro. Para transformar la República Dominicana, será necesario sentar en muchas mesas de transformación a los líderes que actualmente dirigen las organizaciones políticos, empresariales, laborales, académicas, sociales, profesionales y religiosas. El liderazgo en valores previene la corrupción, la impunidad, lo ilícito y convierte la institucionalidad en eje transversal del desarrollo sostenible, sano, integral e inclusivo.
