El caso Trump tiene algo bueno. Aclara muchas cosas.
Cuando hay algo bajo las brumas quiere decir que no se ven claramente las cosas.
Si un día el papa entusiasma a un grupo de cristianos a que entren a la Basílica de San Pedro, allí rompan butacas y asientos para los fieles, y a ese recinto sagrado lo quieran ridiculizar, uno tendría derecho a pensar que a la religión católica le está pasando algo que huele mal.
Después de ese incidente bochornoso uno encontrará a quien echarle la culpa. Sin embargo, el asunto se complica porque casi la mitad de los cardenales está de acuerdo con las razones que arguye el papa.
O sea, hay una crisis.
El cristianismo católico tendrá que abocarse a alguna reforma.
Guardando las debidas distancias Trump ha puesto claramente que el sistema capitalista, en su centro más importante, está mostrando llagas que reflejan que al gobierno no debería llegar un representante de los blancos y súper ricos, y que ese político, cuando hable sea estrafalario, mentiroso y chabacano.
En esa nación, aunque haya una mayoría blanca, hay diferencias sociales profundas, y la presencia racial diversa.
Para mi hay otros signos importantes. Al congreso acaba de llegar una mujer que abiertamente se proclama ser socialista democrática. Alexandria Ocasio Cortés de origen puertorriqueño y con 31 años es la más joven que ha llegado a la Cámara de Representantes en toda la historia, y en la actualidad cada vez que abre la boca provoca hordas en las redes sociales.
En la historia hay muchos ejemplos de rupturas de un orden. El imperio Romano fue el más grande en un momento dado, pero en el siglo tercero empezó a sufrir de una larga agonía y entre las causas fue la mala gestión de gobernantes, la corrupcion, y la división, la persecución de los cristianos etc.
Yo creo que hay signos que claman por un cambio que no sea simplemente cosmético, porque en Europa, y en el resto de América hay símiles de Trump que están avergonzados y eso los pone en descrédito. Que Boris Johnson de Inglaterra se apresurara en distanciarse de esa conducta, después de besuquearse con él, solo da fuerza a mi argumento de que el sistema necesita de pensadores capaces de darle al sistema la inclusividad necesaria o de lo contrario aparecerán otros Trump y muchas Ocasio Cortes.
