¿Quién cuida las elecciones en Estados Unidos? ¿Los políticos o los tribunales?
Esa es la gran cuestión.
¿Los políticos norteamericanos son quienes cuidan las elecciones en la gran nación del Norte?
¿O son los tribunales?
La tradición es la de que los políticos son los vigilantes, por excelencia, de los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Una última instancia serían los tribunales.
Los tribunales han estado decidiendo en favor de algún político. Las acusaciones de fraude, siguen siendo vagas. Hasta ahora, un rechazo tras otro ha sido la respuesta en los tribunales. Joe Biden no se declara por sí mismo victorioso. Paciente, ha proclamado que se imponga la paciencia.
El mundo entero ha reconocido a Biden. El terco presidente Trump no lo escucha.
Donald Trump, a quien muchos llaman “el forastero”, está furioso y conspira contra todo lo que encuentra por delante. Ha buscado la mentira, la falsificación unipersonal de los hechos. Y los proclama, llenando su país de incertidumbres.
¿Forastero descreído del sistema?
Ha marchado contra la propia institucionalidad de la presidencia que lleva encima hasta que se venzan los plazos fatales. Está desmembrando la institución presidencial, barriendo funcionarios creando pavor y temores seriados.
Y autorizando la mayor cantidad en toda la historia norteamericana para que se ejecuten sentencias de muertes que habían sido interrumpidas hace 17 años. Es el presidente en transición que mayor cantidad de autorizaciones para matar a prisioneros sentenciados que ha emitido, en toda la historia norteamericana.
Trump está sembrando de hechos lamentables su propia historia. Una afrenta. Una desvergüenza.
La tradición indica que el presidente perdedor llama al triunfador para felicitarlo. Y se pone a las órdenes del nuevo Presidente.
El 3 de noviembre se va alejando. Biden reafirma en los datos que ha sido electo presidente. Y da inicio a su ciclo de transición, con paciencia y firmeza.
“Joe Biden no debería reclamar erróneamente el cargo de presidente. Yo también podría reclamarlo por mí mismo. ¡Los procedimientos legales apenas están comenzando! «. Ese es el pensar de Donald Trump. Siembra la desconfianza y motiva a la venganza a toda su gente.
Hay un tormento generalizado en la población norteamericana. No sólo porque ese país rompe en su territorio todos los récords en las cifras crecientes de muertos por la pandemia del Covid-19. Sino que la terquedad de Trump no tiene parangón.
La salida del callejón sin salida en que el presidente Trump ha metido a esa gran nación, la propone el mismo padre del sofisma. La solución son los tribunales. Y empuja hacia la Suprema Corte en donde entiende tiene control total para que defina su mala suerte.
Estados Unidos está celebrando en las calles. Biden sigue paciente, pero firme. Inició los nombramientos de su personal en la presidencia, y designa el equipo científico que encabezará la lucha de su gobierno contra el Covid-19. El comité científico que lo ayudará a dar la pelea fundamental estará dirigido David Kessler, epidemiólogo y ex comisionado de la FDA. Y al ex responsable de Salud Pública Vivek Murthy, y la profesora de salud pública de la Universidad de Yale, Marcella Nunez-Smith, Es el equipo. Empezaron a recomendar ponerse las mascarillas a todo el mundo. Los cubreboca. ¿Enviarían algunos a Donald Trump?
Ron Klain, experimentado abogado de entre los demócratas, quien fuera jefe del gabinete de Biden siendo vicepresidente norteamericano, será jefe del gabinete de la Casa Blanca. Biden ya está mandando, marcando el paso de los plazos. Y así, marcha la paciencia… Mientras políticos divididos renunciando a sus roles tradicionales asustan a los conservadores de la Suprema Corte, y a todo su país.
