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viernes, marzo 29, 2024

Saludo Wakanda

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Acabo de leer el caso de la doctora Rafaela Espinal, dominicana, directora del Distrito Escolar  12  del Bronx en New York.

Voy hablar en tono frustratorio ante el hecho de que fue degradada de sus funciones y eso la impulsó a demandar ante la Corte Suprema Estatal la injusta decisión de penalizarla por negarse a hacer un saludo que tiene una identidad política, no importa el sentimiento justo o no.

Yo escribo con frecuencia sobre la vagabundería cometida contra los negros africanos durante siglos, dondequiera que ellos existen. En la propia África y en toda América, el racismo ha creado cualquier grado de injusticia.

Pero en el distrito referido antes, existe predominancia racial negra y es comprensible que haya simbología de rebeldía frente a las injusticias   sufridas por ellos.

Sin embargo, las funciones de directora del distrito escolar son las que tienen que ser evaluadas a la hora de promoción o de disminución de responsabilidades.

A Rafaela la han querido obligar a que haga gestos simbólicos de lucha que ella entiende y que puede comprender, pero degradarla por no hacerlo, es un gesto igual de discriminación y abuso.

Repito con la voz bien alta, los negros han sido abusados. Pero cuando ellos han sido enaltecidos y colocados en posición de mando, lo peor que pueden hacer, es practicar procedimientos similares aplicados a los que no hacen sus símbolos. ¿Es democrática esa actitud? Desde luego que no.

Eso se parece mucho a Dessalines, o Cristophe que, al establecer la república de Haití, se coronaron emperadores y crearon cortes con duques y barones, exactamente como la aristocracia francesa que combatieron.

Me siento orgulloso de que una dominicana haya escalado en funciones educativas en New York y desde luego que la defiendo de que sea coherente con su actitud.

 

 

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