Hay otros miles de millones estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que están compuestas de gases incandescentes y que tienen temperaturas internas de magnitudes variables donde se forman los elementos que nos llegan a nosotros.
La mayoría de los que componen la denominada tabla periódica que tiene 118 provienen de estrellas como supernova que los generan.
Hay 26 elementos de esos 118 que se han producido en laboratorios, así que en general podemos decir que nuestro cuerpo humano funciona por la apropiada combinación de esos elementos bajo las condiciones de temperatura y luz que nos da ese caldero de Hidrógeno y Helio que es el Sol.
Todos los minerales que aparecen en nuestro suelo, así como la energía acumulada en los seres vivos fósiles que podemos extraer para nuestro provecho explican químicamente nuestra existencia.
El Sol se estima que tiene 5000 millones de años y su combustible, el Hidrógeno en relación con el Helio, crea una combustión que nos mantendría vivos por otros 5000 millones de años. Cuando ese combustible termine se acabará la vida, por esa razón, en nuestro planeta.
Digo esto tomando en consideración que algún asteroide podría también chocar con la tierra y si es de mucha masa desapareceríamos en condiciones similares a lo que ocurrió con los dinosaurios.
En la actualidad hemos creado la capacidad de acumulación de energía nuclear capaz de eliminar la vida en la tierra también y yo como el llanero solitario pido que se destruya.
Asumo que esta descripción ayude a que encontremos una forma de existencia entre los seres humanos y las otras formas de vida que sea tan lógica como que tengamos una distribución de los beneficios de la energía proporcional a lo que nos corresponde como habitantes del planeta y que de verdad el sol salga para todos.
Sin embargo, la historia nos indica que esa energía que llega del Sol, y los minerales acumulados en nuestro suelo ha sido usados por una parte de la población en contra de la mayoría de los habitantes y esa desigualdad creada ha creado varias crisis.
No estamos apelando a la ingenua distribución igualitaria teórica, sino a una invitación a que nos organicemos de tal modo que la desigualdad forme parte de la conciencia colectiva y se reduzca.
Lamentablemente los seres humanos hemos sido incapaces de reducir los conflictos vía pacífica y en este momento experimentamos una crisis que amerita un salto en la forma de resolverla.
Hay voces que creen que estamos ante una tragedia de tal magnitud que estiman que miles de millones de vidas desaparecerán.
Los sapiens a los que pertenecemos, por auto clasificación, no hemos sido hasta ahora, lo suficientemente racionales para evitar guerras autodestructivas, así que en este análisis quizás esté predicando en el desierto.
La esclavitud que vimos claramente en nuestra isla desde 1492, no desapareció del todo en 1804 con la revolución haitiana. Se estima que en el planeta hay actualmente 50 millones de esclavos igual que lo que ocurrió en Haití y miles de millones que vivimos en condiciones de desigualdad económica y social similares.
Cuando un hombre asesina una mujer por razones sexuales, no hemos conseguido que abandonen esa práctica ni siquiera por la amenazada 40 años de cárcel.
Este cuadro oscuro que describo, tiene el propósito de ayudar a poner en un mejor lugar las actuales relaciones humanas.
Hay un gobierno nuevo en nuestro país y ha propuesto algunas cosas que podrían mejorar nuestras relaciones. Pero hemos de estar vigilantes.
Más aún hay elecciones en nuestro vecino más poderoso y un cambio de autoridades podría ser favorable para el desempeño de mejores términos de intercambio. Hay signos que indican posibilidad de que ello ocurra, pero no me corresponde actuar como adivino, aunque las probabilidades del triunfo demócrata es 80%.
