El ciudadano presidente Luis Abinader subió al Solio Presidencial en medio de la pandemia más feroz que haya afectado a la humanidad en los últimos cien años, heredando el desorden institucionalizado del PLDismo endiosado, recibiendo un Estado dirigido por una claque prostituída hasta la médula espinal, corrompida en sus cimientos.
El ciudadano presidente Luis Abinader, amurallado en la templanza de su carácter, tomó las riendas del destino nacional y empezó a sortear los embates inclementes del COVID-19, a enderezar los entuertos de la chapucería PLDiana y, a adoptar las decisiones más apropiadas para establecer el Gobierno del Cambio sobre el lamento de la crisis.
Uno de los aspectos más sobresalientes de la agenda desarrollada por el actual gobierno ha sido la priorización del gasto público destinado al sector salud, en un primer orden, la estabilización de la economía, la dignificación de la carrera militar y policial y el problema migratorio, entre otros acuciantes problemas de la vida nacional.
Dos ejemplos propicios para ser citados los constituyen varios nombramientos regionales entre los que sobre-salen el del doctor Claudio Brito, como vice-ministro de Salud, personaje de carácter honesto y de una laboriosidad inigualable; la designación del doctor Johnny Rafael Tavarez al frente del mismo Ministerio en la provincia de Puerto Plata y, en Santiago y para todo el Cibao, la oportuna y acertada designación del Lic. Dionicio Cruz en la Sub- Dirección de Migración.
El doctor Claudio Brito, como vice-ministro de Salud, en su diario faenar, da cátedras de vocación de servicio, de honestidad, de capacidad de trabajo y de entrega a la causa del cambio, no como un slogan, sino como un compromiso con la patria.
En la provincia de Puerto Plata, el ciudadano sensato, ve con satisfacción la dedicación y entrega del doctor Johnny Rafael Tavarez, científicamente preparado para el reto diario de la lucha contra la pandemia y la corrección cotidiana de aspectos de salubridad, abandonados a su suerte por las pirañas que asaltaban el sector salud en esta ciudad.
Y, finalmente, en Migración, las provincias del Cibao han sido escenarios de la lucha constante y sin cuartel, librada por el licenciado Dionicio Cruz, contra el cáncer de la migración ilegal, cáncer que había hecho metástasis en los órganos vitales de la vida nacional y que está siendo sometido a las debidas terapias correctivas de una serie de operativos diarios: ‘24-7’, de los equipos de trabajo dirigidos personalmente por el licenciado Dionicio Cruz, sin importar la hora ni el lugar, persiguiendo con firmeza y respeto la invasión denominada pacífica de los haitianos, invasión calculada y constante, que está chocando de frente contra el muro de contención patriótico que constituye este sub-director regional de Migración que responde al nombre de licenciado Dionicio Cruz.
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