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viernes, abril 26, 2024

Cuando el Dircom es una de las barreras

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Los múltiples efectos derivados de la pandemia COVID-19 han impactado el comportamiento, las emociones y las expectativas humanas. En este marco de crisis sanitaria sin precedentes, las relaciones individuales y colectivas en los ámbitos familiar, laboral, social y profesional son distintas.

Desde esta perspectiva, se espera que el talento humano responsable de investigar, planificar, gestionar y controlar las estrategias, medios y actividades de comunicación organizacional interna y externa, muestre y demuestre más competencias, más habilidades y mejores actitudes para contribuir a crear y mantener climas laborales sanos emocionalmente, creativos, colaborativos, productivos y sustentables.

Hoy, existen más motivos y razones que antes para no dejar de comunicarse en los entornos familiar, laboral, social y profesional. En la coyuntura actual, la comunicación organizacional interna y externa es el medio idóneo para motivar, empoderar, vincular y cohesionar a los integrantes de los grupos estratégicos y de interés de las organizaciones.

En momentos como los actuales, dentro y fuera de las organizaciones, es esencial establecer medios formales e informales de comunicación, que faciliten un flujo continuo de informaciones que orienten oportunamente a todos sus colaboradores y relacionados acerca de sus actuaciones ordinarias y extraordinarias.

En el presente escenario, en el que la COVID-19 ha impactado de manera negativa el estado de ánimo, la afectividad y la sensibilidad de las personas, las organizaciones necesitan más la presencia y la actuación del talento humano de comunicación, con la finalidad de que ayude a planificar, ejecutar y controlar estrategias y acciones comunicacionales efectivas y creativas, que contribuyan a recuperar lo que el coronavirus se ha llevado y ha cambiado: el crecimiento económico, la disponibilidad de empleos dignos y decentes, la esperanza en el futuro, la necesidad de compartir y socializar proyectos de vida, así como inducir a los seres humanos a confiar y a levantarse con nuevos bríos y expectativas.

Por lo general, la efectividad de la comunicación interna y externa de las entidades, depende de la calidad humana, ética y profesional que muestre y demuestre el talento humano que la gestiona. Por los efectos que producen los mensajes de la comunicación en el comportamiento y en la conducta de los seres humanos, ésta está llamada a ser el medio idóneo para facilitar y agilizar el proceso de normalidad de las diferentes dimensiones de las actividades humanas (sociales, productivas, educativas, laborales, etcétera). Ante la situación actual, es al Dircom a quien le corresponde la tarea de diseñar y ejecutar actividades y acciones creativas que ayuden a las personas a salir del duelo poscovid-19. Ahora más que nunca, el personal de comunicación no puede obviar su función transversal en el quehacer de las organizaciones.

Se ha comprobado que la ausencia de canales creíbles y eficientes de comunicación interna y externa, figura entre las barreras comunicacionales que suelen disminuir las ventajas competitivas de los climas laborales de las organizaciones. También, se muestra como barrera la falta de competencias duras y blandas del personal de comunicación para entender que nunca será estratégico el hecho de desarrollar acciones comunicacionales externas obviando las internas.

No agrega valor al desempeño global, ni a los activos intangibles de las organizaciones, invertir tiempo y recursos en transmitir más informaciones a los grupos estratégicos y de interés externos, y menos a los colaboradores internos. Hay que entender que ambos segmentos son importantes para los intereses de la organización. Se ha comprobado que cuando se le presta mayor atención a la comunicación externa que a la interna, los efectos nunca serán los más deseados y positivos.

En términos cuantitativos, los mensajes de la comunicación organizacional externa tienen que ser proporcionales a los internos. Priorizar los esfuerzos y las actividades de comunicación externa en detrimento de los internos, produce efectos no deseados en las percepciones, actitudes y opiniones dentro de las empresas e instituciones. La calidad humana y profesional del personal responsable de gestionar la comunicación organizacional interna y externa, es uno de los requisitos básicos para que los demás colaboradores internos confíen en las acciones comunicacionales que acontecen dentro de las entidades. Cuando los modos de pensar, de decidir, de hacer, de relacionarse y de decir del Dircom y sus colaboradores no son éticos y transparentes, se convierten en barreras comunicacionales.

El Dircom y sus colaboradores tienen que mostrar y demostrar que tienen las competencias y habilidades necesarias para saber escuchar a los demás, que han desarrollado tolerancia para no excluir a los que piensan y actúan de manera distinta, que cuentan con suficiente inteligencia emocional para fomentar y permitir el trabajo colaborativo. Además, no deberían ser portadores de sentimientos y emociones tóxicos, tales como: la hipocresía, la megalomanía, el odio, la envidia, la apatía, el apego irracional, el enojo, la ira, los celos, etcétera. En pocas palabras, las cualidades más relevantes del personal de comunicación, consisten en ser y saber ser gente.

Otras barreras importantes que limitan la eficiencia y eficacia de la comunicación interna, son las siguientes:

• No existe un clima laboral inspirado en la confianza, en la participación, en la motivación y en la tolerancia.

• No se han creado canales formales e informales creíbles de comunicación, que permitan a los colaboradores internos expresar libremente sus ideas, sus puntos de vista y sus proyectos.

• Los emisores y receptores piensan, deciden, actúan y hablan de manera negativa.

• Cuando en las organizaciones no se dispone de procesos, procedimientos y normas que especifiquen las funciones y tareas de cada persona y área que interactúan en el quehacer organizacional.

• La organización no tiene un talento humano con las competencias y habilidades requeridas para investigar, planificar, gestionar y dar seguimiento a las actividades y medios internos de comunicación.

• El equipo directivo, ejecutivo y gerencial de la organización, no proyecta confianza cada vez que decide, actúa y habla.

• El personal, sin importar su jerarquía, no confía en la transparencia con que la organización gestiona sus políticas, procesos, procedimientos y normas.

Al fin y al cabo, los colaboradores internos, los clientes y los consumidores perciben y sienten cuando la comunicación de una organización es deficiente. Está claro, si el personal de una organización se comunica sin obstáculos, entonces las relaciones interdepartamentales, laborales y humanas ayudaran a crear un clima laboral colaborativo, alegre, sano y productivo. Sin duda, la comunicación interna efectiva siempre será un eslabón clave de la cadena de servicio de cualquier organización. Hay que evitar en momentos de crisis sanitaria, la calidad humana y profesional del talento humano que gestiona la comunicación interna y externa, se convierta en barrera para establecer y mantener relaciones ganar-ganar entre las organizaciones y sus grupos estratégicos y de interés, tanto internos como externos.

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