Son problemas diarios que sumados y desatendidos constituyen grandes problemas que toca resolver a las nuevas autoridades, ayudadas de la buena voluntad de los ciudadanos que aportan inmancablemente los recursos para que sean solucionados.
La gente ha empezado a enumerar problemas que tiene por delante acostados en sus camas, cuando se ponen de pie para tomar las calles a buscárselas, cuando transitan las calles ¡ay, cuando transitan las revueltas calles y avenidas! ¡Cuántas pequeñas cosas en desorden encuentra la gente en esas calles y avenidas que atentan contra su tranquilidad y la vida misma! Y agotada la jornada, tener que enfrentar esas mismas pequeñas cosas que amontonadas hacen grandes problemas que pueden empezar a resolverse de inmediato.
Llegó la hora cero en la República Dominicana. Llegó la hora de dejar atrás los enunciados, las promesas, detener las frases de “haré, voy a hacer, haremos…” Llegó la hora de cambiar las premoniciones por las acciones inmediatas, sin argumentar las dificultades, sino empezar a resolver, las pequeñas cosas, primero, para meterle manos a través de esas pequeñas acciones hasta llegar a los grandes inicios.
Hay tantas pequeñas cosas, pequeños problemas, que sumados se convierten en grandes problemas que desatan ansiedades y desesperación ante la impotencia para enfrentarlos.
Enumerando
- La basura no recogida y amontonada en contenes y aceras. Más que amontonadas dispersas en fundas, o dispersas al aire.
- Si llueve, esa misma basura regada por la incultura ciudadana, y no recogida, se moja y rueda tapando los desagües de los contenes (cuando hay contenes y desagües).
- Ese taponamiento de desagües cloacales provoca que las aguas lluvias formen grandes e insufribles pozos en las calles envolviendo todo en lodo, o, (que corroen el asfalto, cuando hay asfalto), y también las grandes y principales avenidas más transitadas.
- Pozos que obligan a grandes e insufribles taponamientos (en estos momentos, taponamientos de gente que corre despavorida para refugiarse en sus casas o cualquier otro sitio, antes de que los policías y guardias los corten al cierre de los plazos de los planes de emergencia por la pandemia COVID-19).
-Estos pequeños detalles que sumados hacen un gran problema parecen ser cosa a resolver por los ayuntamientos.
- Entonces aflora tras esta sumatoria, el serio problema del tránsito monstruoso por su desorganización. Que también tiene que ver con los ayuntamientos conjugados en el INTRANT, con ayuda obligada de las instituciones que se concentran en esa institución.
¿Ven cómo partiendo del pequeño detalle de la basura regada por la incultura ciudadana y no recogida conduce a un gran problema, tal vez, la mayor muestra de desorden público, el sistema de transporte?
Y así, continuaremos citando para que las nuevas autoridades abran, ya, los ojos y comiencen a meterle manos. Porque llegó la hora de la acción, la hora cero. Y terminaron los plazos para promesas fastidiosas.
Acción pronta. Con los recursos disponibles, mientras aparecen los grandes recursos que nunca estarán. Pero, acción. Y que se vea.
