El estoicismo nació en la Antigua Grecia y se extendió durante seis siglos. Se divide en tres períodos: estoicismo antiguo, medio y nuevo con Séneca, Epicteto y Marco Aurelio.
Recientemente, una amiga me sugirió como tema de lectura el estoicismo, a propósito de las adversidades que nos ha tocado vivir este año 2020. El estoicismo es una filosofía de vida que nos ayuda a entender mejor quiénes somos en realidad, a aceptarnos como tal, pero también nos abre la posibilidad de superar cualquier infelicidad o calamidad que se nos presente.
Me pareció interesante el tema y quise compartir algunos conceptos con los lectores, sobre todo en estos tiempos difíciles que vive el mundo como resultado de la pandemia por Coronavirus, en los cuales hemos estado encerrados todos estos meses para evitar contagios, y los momentos de duelo que nos ha tocado vivir por el fallecimiento de algún familiar, amigo o allegado, víctima de COVID-19.
Pues bien, el estoicismo se define como una “doctrina filosófica basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón de carácter personal».
Uno de los filósofos más renombrados de la antigua Grecia, me refiero a Marco Aurelio, decía que el objetivo principal del estoicismo es la felicidad y la sabiduría, prescindiendo de los bienes materiales”, diferente a la definición que nos da la Real Academia de la Lengua, que define la felicidad cuando alcanzamos algún bien material.
Aquí quiero resaltar la definición que nos da Marco Aurelio, porque precisa que la felicidad depende de nuestros pensamientos, no así de los bienes que lleguemos a poseer. Y cuando decimos pensamientos es también darle participación a nuestra imaginación.
Actualmente, el mundo vive una de sus peores crisis sanitarias, que también desencadena crisis económica y social muy perturbadora para millones de personas en el mundo, producto de la pandemia.
Estamos ante situaciones que nos llegan sin esperarlas, y que muchos llaman desgracias o infortunio. Es cierto que millones de personas han perdido a familiares que es lo más doloroso que le puede pasar a un ser humano, agregado con la pérdida de empleos, de quiebras, de estrés, ansiedad…en fin… un conjunto de situaciones negativas con las que tenemos que aprender a vivir y a superar, y es ahí cuando debemos dar paso al estoicismo.
En estos casos, lo que plantea el estoicismo es sencillo: aceptar las cosas como son. “sufrir y abstenerse” cuando hay crisis. Un ente estoico acepta y soporta su desgracia exterior, cuando entiende que no es el culpable. Para poner un ejemplo, Yo diría que no soy la responsable de que haya pandemia, o de que la bolsa de valores de Nueva York haya quebrado.
El articulista Jean-Baptiste Roncari, autor del texto “Estoicismo, una filosofía de vida intemporal”, afirma que un estoico nunca se queja de su situación o deja que sus sentimientos superen su razón.
Marco Aurelio, autor de Meditaciones, decía que cuando la persona despierta en las mañanas deben saber que se van a encontrar con gente arrogante, maleducada, celosa, deshonesta, entrometida e ingrata, gente que no sabe distinguir el bien del mal. El estoico, dice el pensador, si sabe distinguir la belleza del bien y la fealdad del mal.
Epícteto, filósofo griego libertado que vivió como esclavo, también decía que un estoico siempre permanece sereno ante las adversidades y se adapta al dolor, sea moral o físico para superarlo. Entre sus historias se recoge una en la que su maestro se divertía torciéndole una pierna coja, mientras él le advertía que podía romper su pierna, ocurrió lo que tenía que ocurrir. “Ya te dije que me romperías la pierna y ahí está rota”, dijo Epícteto muy sereno como estoico perturbado por su desgracia, después del drama.
Es alentador leer y aplicar conceptos sobre estoicismo en momentos difíciles de nuestras vidas, ante situaciones tan abrumadoras que parecen golpearnos con el látigo más fuerte con que se golpeaba a los esclavos.
Muchos hemos sido víctima de situaciones salvables, solo porque nos olvidamos de lo estoico, de esa filosofía de vida que nos hace aceptar la realidad con serenidad, enfrentarla con valentía y superarla con retos y virtudes.
